Las sanciones impuestas contra Teherán en vísperas de Año Nuevo, y las maniobras navales de los Guardianes de la Revolución con lanzamientos de misiles crucero en el Estrecho de Ormuz, empeoran la confrontación entre Estados Unidos e Irán, condicionando una situación inestable en el Golfo Pérsico, en 2012.
El 1 de enero, el presidente estadounidense, Barack Obama, de vacaciones en la isla de Hawai, promulgó una ley que establece sanciones contra las empresas nacionales o extranjeras que realicen transacciones con el Banco Central de Irán, relacionadas con la compra de hidrocarburos de procedencia iraní.
Según la ley, Obama puede congelar los activos de las empresas extranjeras que compren crudo iraní, lo que puede complicar las relaciones con China y Rusia, principales socios comerciales del país persa.
Como explicaron fuentes de la administración estadounidense, el objetivo es persuadir a la mayoría de los países a que renuncien a la compra del crudo iraní, porque de los contrario, pueden ser excluídos del sistema financiero de EEUU.
Después de EEUU, países influyentes de la Unión Europea como Inglaterra y Francia planean promover la adopción de sanciones similares para obligar a Teherán renunciar a su programa nuclear.
EEUU y aliados sospechan que Irán desarrolla un programa nuclear para fabricar armas atómicas, lo que supone una amenaza directa para Israel, EEUU y países de la OTAN.
Al comentar el efecto que podrán tener las nuevas sanciones, expertos rusos destacaron un posible ajuste a la alza en los precios mundiales de crudo que sin embargo, puede durar muy poco porque en 2012, es muy probable una disminución de la demanda de crudo.
Más que todo entre los consumidores europeos, que a consecuencia de la crisis de la deuda, que será muy aguda el presente año, pueden entrar en recesión y por consiguiente, sus economías necesitarán menos recursos energéticos.
Y si se tiene en cuenta que la economía estadounidense poco depende de los suministros del crudo iraní, y sin provocar cataclismos en el mercado mundial, las sanciones pueden debilitar la economía iraní recargada por los gastos militares, y su controvertido programa nuclear que tanto recelos provoca en el mundo occidental.
Una perspectiva que por lo visto, preocupa a las autoridades iraníes, a juzgar por los recientes pasos emprendidos para demostrar que Teherán no piensan ceder a la presión de EEUU y sus aliados, y se prepara a otra espiral más alta de confrontación.
Así fuentes castrenses iraníes, informaron sobre el exitoso lanzamiento de prueba de un misil de crucero tierra-mar de largo alcance durante maniobras en aguas del estrecho de Ormuz.
“El misil creado por especialistas iraníes, impactó en el blanco y lo destruyó”, dijo el comandante de las maniobras Mahmud Musavi.
Según observadores occidentales el militar se refirió a los misiles antibuque clase Ghader, en capacidad e impactar objetivos a una distancia de 200 kilómetros.
Musavi indicó que el misil está dotado de un radar de alta precisión y un sistema de orientación de vuelo para burlar misiles interceptores.
Los iraníes también lanzaron misiles antibuques de corto alcance clase Nasr, misiles tierra-tierra, clase Nur, y misiles de defensa antiaérea Mehrab.
La pruebas de los misiles fueron parte de las maniobras “Velayat- 90” en el Estrecho de Ormuz, una zona de importancia estratégica por donde transita el 35 % de la exportaciones mundiales de crudo.
Según Teherán, las maniobras están destinadas a comprobar la capacidad de la marina iraní de cerrar el paso por Ormuz, en el caso de que Occidente imponga un embargo a sus exportaciones de crudo.
Además, el comandante de la Armada iraní, contraalmirante Habibolah Sayari, aseguró que Irán planea desplegar buques de guerra en el Atlántico, cerca de EEUU.
Sayari dijo que, lo mismo que EEUU tiene buques en las proximidades de las aguas iraníes, Irán "también planea tener una fuerte presencia de buques cerca de las fronteras marítimas estadounidenses".
Simultáneamente a la prueba de sus misiles, Irán informó sobre la fabricación de barras de combustible para sus plantas nucleares.
Las barras, que contiene uranio natural, fueron fabricadas por especialistas iraníes, e instaladas en un reactor nuclear de prueba en Teherán, informó la televisión iraní.
Al respecto, la prensa rusa destacó que la fabricación de barras de combustible fisible supone un hito importante del programa nuclear irani de aplicación civil.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
Ricardo Perez
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI