Moscú, 22 de octubre, RIA Novosti. El Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia seguirá cooperando con Irán sin infringir los compromisos internacionales asumidos por la parte rusa, declaró hoy a RIA Novosti un portavoz de ese organismo.
Algunos medios noticiosos informaron que Rusia probablemente renunciará a cumplir el contrato de suministro de sistemas de defensa antiaérea a Irán.
"No puedo hacer comentarios sobre los planes concretos o de compromisos asumidos en determinados contratos vigentes, porque eso permitirá a proveedores de la competencia aprovechar la situación", dijo el portavoz.
Una fuente de Defensa dijo a RIA Novosti el miércoles pasado que el complejo militar-industrial ruso sufriría pérdidas considerables si Rusia renuncia a suministrar a Irán sistemas de defensa antiaérea S-300.
El experto Konstantín Makienko, del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, informó anteriormente a RIA Novosti que las pérdidas podrían rondar los 1.000 millones de dolares, sin contar la multa de unos 300-400 millones de dólares que la parte rusa deberá pagar por incumplimiento del contrato.
El portavoz del complejo militar-industrial señaló que el sistema S-300 es un arma defensiva, contra el que no se ha impuesto ningún embargo.
El contrato sobre el suministro de S-300 a Irán fue firmado por Rusia en diciembre de 2005. Del comienzo de su realización no se dio información oficial. En diciembre de 2008, la agencia iraní IRNA comunicó que Rusia empezó a suministrar a Irán unas piezas para el sistema S-300. Más tarde el Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia declaró oficialmente que esa información no correspondía a la realidad.
La noticia del comienzo de suministros de sistemas S-300 a Irán provocó preocupación en Occidente e Israel.
El S-300 (SA-10 Grumble, según designación de la OTAN) es un sistema antiaéreo diseñado para proteger instalaciones militares y centros industriales de los ataques masivos desde el aire y el espacio. Es capaz de destruir todo tipo de aviones, cohetes balísticos y de crucero y teóricamente, puede atacar objetivos terrestres. Entró en servicio operacional en el Ejército de la URSS en 1979.
La versión básica de los sistamas S-300 incluye un radar multifuncional, rampa de lanzamiento móvil y medios de localización de objetivos y guiado.
Está provisto de misiles de combustible sólido de una etapa que alcanzan la velocidad máxima superior a 2.000 metros por segundo. Alcance: de 3 a 150 kilómetros; altitud de destrucción de blancos: de 20 metros a 30 kilómetros. Además de aviones, puede abatir misiles de crucero que vuelan a alturas de entre seis y cien metros.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)