La sonda automática interplanetaria de la NASA Voyager 1 lanzada el 5 de septiembre de 1977, ha alcanzado los límites del Sistema Solar. El aparato se está moviendo a una velocidad de 61.000 kilómetros por hora y ahora está a una distancia de 17.300 millones de kilómetros del Sol.
Aproximadamente dentro de cuatro años la Voyager 1 abandonará nuestro sistema planetario y saldrá al espacio interestelar, según la información transmitida por el Laboratorio del Movimiento Reactivo de la NASA en Pasadena, California, desde donde se efectúa el control de las sondas Voyager 1 y Voyager 2.
Al estudiar los últimos datos recibidos, los especialistas del laboratorio dedujeron que la primera sonda ya entró en una zona donde la velocidad del viento solar se redujo prácticamente a cero.
El sistema solar está limitado del espacio interestelar por la heliósfera, la región espacial que se encuentra bajo la influencia del flujo de partículas emitidas por el Sol (viento solar) y su campo magnético.
A medida que la sonda se iba acercando al borde de la heliósfera, la velocidad de las partículas cargadas empezaba a disminuir hasta cero. En esta zona las partículas que irradian del Sol ya no viajan hacia afuera, sino que se desplazan lateralmente.
Este índice fue registrado por los dispositivos del laboratorio en junio y desde aquel momento permanece constante. “Voyager 1 se está acercando al espacio interestelar”, comentó uno de los miembros del proyecto, Ed Stone, del Instituto Tecnológico de California en Pasadena.
Para verificar su conclusión, Stone junto con sus colegas comprobaron los datos recibidos de la sonda. Según estos datos, en agosto de 2007 la velocidad del viento solar registrado por el aparato fue de 209.000 kilómetros por hora, después de lo cual empezó a disminuir en 72.400 kilómetros por hora cada año.
Sin embargo, la Voyager 1 todavía no ha abandonado la heliósfera. Como explican los científicos, cuando el ingenio salga al espacio interestelar, se observará una brusca caída de la densidad de las partículas calientes y el aumento de la densidad de las partículas frías.
La sonda hermana de la Voyager 1, la Voyager 2, lanzada el 20 de agosto de 1977, tardará varios años en alejarse a la misma distancia de la Tierra que la Voyager 1, pues se mueve más despacio y además, en una dirección distinta. Ambas misiones inicialmente tenían como objetivo explorar los planetas Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Una vez cumplida esta tarea en 1989, los ingenios las dirigieron fuera del Sistema Solar, en dirección al centro de la Vía Láctea.
Por otra parte, la vela solar NanoSail D, trasladada al espacio en el interior del nuevo microsatélite FASTSAT de la NASA el 6 de diciembre, probablemente ha fallado. Una vez en la órbita, después de la expulsión del microsatélite, un contador de tiempo en NanoSail-D iba a llevar una cuenta regresiva de tres días, y cuando este llegara a cero, NanoSail-D iba a desplegar una vela cuadrada de polímero. Pero los ingenieros de la NASA nunca recibieron nunguna información que demostrara que el despliegue se había efectuado correctamente.
NanoSail-D, ya apodado “el satélite del siglo XXII”, habría ayudado a estudiar las perspectivas de la utilización de velas solares en misiones espaciales mayores y habría iniciado un proyecto de la NASA para el uso de los minisatélites de nueva generación.
Viejo Condor
RT.net (SIC)