La nominación el pasado domingo de Vladimir Putin, como candidato del Partido Rusia Unida a las elecciones presidenciales en marzo de 2012, condicionará cambios importantes en las relaciones de Rusia con Estados Unidos y la OTAN, en lo que respecta a seguridad estratégica en el Viejo Continente.
Según expertos, Putin es uno de los políticos en Rusia que más desconfía de los planes de EEUU de crear, con el consentimiento de los países miembros de la OTAN, un escudo antimisiles (DAM) en Europa, supuestamente para defender a sus aliados de ataques de misiles lanzados por gobiernos hostiles, más que todo por parte de Irán, y Corea del Norte, en menor medida.
Sobre todo a hora cuando quedó claro que EEUU sólo piensa en establecer su hegemonía nuclear estableciendo un paraguas contra misiles a nivel global.
Los recelos de Putin comenzaron tras el rechazo de la OTAN a la propuesta presentada el año pasado por el actual presidente ruso Dmitri Medvédev sobre el DAM, en la cumbre del Consejo Rusia-OTAN en Lisboa.
Entonces, Medvédev propuso la creación conjunta (Rusia-OTAN) de un escudo antimisiles, de tal manera que Rusia a partir de su territorio, defendiera el flanco suroccidental de Europa, y la OTAN el norte y oriente.
Pero EEUU y OTAN simplemente ignoraron la propuesta de Medvédev, y hasta el momento, el argumento que se expone es que el bloque atlántico no puede delegar asuntos relacionados con su seguridad y defensa a un país (Rusia), que no sea miembro de la alianza.
Sin explicar en concreto en el papel que puede desempeñar Rusia, EEUU continúa con sus planes concertando con los gobiernos de países europeos acuerdos sobre el emplazamiento de radares y agrupación de misiles interceptores en Rumania, Bulgaria, Polonia, Turquía y en perspectiva, en España.
Estos planes incluye también la permanencia de buques estadounidenses con misiles interceptores en aguas del mar Negro, Mediterráneo, Báltico, y Mar del Norte, es decir, a lo largo de toda la costa europea de Rusia.
Y a medida que el diálogo entre EEUU y la OTAN con Rusia sobre el DAM permanece estancado, en Moscú aumenta la desconfianza en cuanto a la aplicación que tendrá el escudo una vez sea operativo.
Tal vez por esa razón, en reiteradas ocasiones, Moscú pidió y sigue pidiendo tanto a EEUU como a la OTAN garantías jurídicas de que el DAN europeo no está dirigido contra Rusia, pero EEUU y la OTAN rechazan proporcionar cualquier tipo de garantías en la forma que pide el Kremlin.
Por lo visto, la última oportunidad se perdió, durante el pasado encuentro que sostuvieron Medvédev y el presidente estadounidenses Barack Obama en Honolulu, pues los presidentes no pudieron lograr un acuerdo al respecto.
Esto explica la reciente declaración de Medvédev cuando anunció el paquete de medidas asimétricas como respuesta al DAM, entre ellas, la posibilidad de que Rusia unilateralmente declare su salida del Tratado sobre la reducción de Armamento Estratégico Nuclear (START).
Entre otras medidas, Medvédev anunció el emplazamiento en las fronteras sur y occidentales sistemas de armamento ruso modernos en capacidad de destruir los radares y bases de misiles interceptores estadounidenses.
En concreto, Medvédev habló de que el enclave de Kaliningrado, entre Polonia y Lituania, Rusia instalará sistemas de misiles tácticos Skander de mayor rango de alcance, hasta 2.000 kilómetros, con cargas convencionales, e incluso con ojivas nucleares, lo que permitirá al ejército ruso abatir blancos prácticamente en cualquier lugar de Europa.
Para controlar la situación, también en Kaliningrado a partir del 29 de noviembre, entrará en funcionamiento experimental un radar de la clase “Don-2” en capacidad de detectar objetos en vuelo de un diámetro de apenas 50 centímetros a distancias de hasta 4.000 kilómetros.
Expertos militares citados por la prensa afirman que una vez en el Kremlin, además de implementar de forma inmediata las medidas anunciadas por Medvédev, Putin adoptará medidas más radicales para minimizar los efectos del escudo antimisiles que EEUU instalará en Europa.
Porque Putin y una parte importante de la élite militar rusa están absolutamente convencidos que el DAM en la forma y dimensiones que lo concibe el Pentágono está destinado exclusivamente a neutralizar a medio plazo, el potencial nuclear estratégico de Rusia y China.
Y ante esa perspectiva, Putin no le queda otra opción que poner en marcha todos los mecanismos posibles, políticos, diplomáticos y militares para impedir que Rusia pierda la invulnerabilidad que le confiere la posesión de uno de los arsenales nucleares más poderosos y destructivos del planeta.
Fuentes militares en el ministerio de Defensa de Rusia opinan que Putin puede de plano optar por la salida de Rusia del tratado START lo que permitirá al Kremlin poner en marcha una nueva concepción de defensa estratégica sin ningún tipo de impedimento legal.
A juicio de expertos, incrementando la producción de los nuevos misiles balísticos de emplazamiento móvil (en camiones) de combustible sólido y con ojivas múltiples hipersónicas de guiado autónomo como la versión modernizada de los Tópol-M y los nuevos misiles Yars, operativos a partir de 2015, serán imbatibles ante el DAM en cualquier tramo de su trayectoria, incluso en los primeros minutos del despegue cuando son más vulnerables a los misiles interceptores.
Los misiles Bulavá de emplazamiento en submarinos proyecto 955, de la clase “Borei” pueden portar más ojivas múltiples que los Tópol-M y Yars, serán el gran desafío para el DAM de EEUU y la OTAN porque si los satélites estadounidenses pueden detectar la salida de estos submarinos de sus base, después en mar abierto es muy difícil establecer su posición.
Lo que pasa es que después de varias inmersiones y travesías bajo el hielo ártico, será imposible localizar a los submarinos rusos sobre todo a los sumergibles Borei, construidos con tecnologías que los hace detectables a radares y sonares, prácticamente cuando ya han disparado sus misiles balísticos contra el potencial adversario.
Hasta el momento, no existen satélites, radares o estaciones de sonar o boyas flotantes en capacidad de detectar submarinos a través del hielo, y mucho menos sistemas en capacidad de controlar todo el litoral oceánico del planeta.
Por eso, mientras Rusia tenga una flotilla adecuada de submarinos y misiles de emplazamiento móvil en continuo movimiento a lo largo y ancho de su territorio a presar del DAM en Europa y otras partes del mundo, Moscú tendrá garantizada el carácter disuasorio de su arsenal nuclear y esto será la tarea prioritaria para Putin.
Observadores en la prensa indicaron que el Kremlin cuenta con un buen arsenal de medidas políticas que en conjunto pueden obligar al gobierno estadounidense renunciar al DAM y optar por la cooperación con Rusia en materia de seguridad antimisiles.
Entre las medidas políticas, la prensa rusa indicó que Putin puede reconsiderar la cooperación militar con Irán en el sentido de vender los sistemas de defensa antiaérea S-300 que prohibió Medvédev.
En este caso para EEUU y el Pentágono los hipotéticos ataques de misiles iraníes adquirirá una dimensión más concreta y en consecuencia, el DAM Europeo deberá estar más adaptado a interceptar los misiles lanzados desde el territorio iraní, porque hasta el momento, el escudo estadounidense está diseñado para abatir los cohetes rusos.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI