EL QUE SIEMBRA VIENTOS RECOGE TEMPESTADES
Las agresiones biológicas contra cuba
En la guerra no declarada de Estados Unidos contra Cuba, iniciada en 1959 cuando triunfó la Revolución en la Isla, abundan los hechos criminales que abarcan desde ataques en gran escala, como la invasión de Playa Girón, hasta toda clase de actos terroristas que han costado la vida a tres mil 478 personas y quebrantado la integridad física de otras dos mil 099.
Dentro de esas acciones, unas de las más siniestras son las referidas a la guerra biológica, las cuales fueron dirigidas en tres direcciones fundamentales: personas, animales y cultivos, con el fin de dañar la economía de la Revolución, crear pánico y desestabilización política, y afectar el desarrollo de la nación y su imagen internacional.
Entre las primeras acciones de guerra bacteriológica contra Cuba emprendidas por el gobierno norteamericano, por intermedio de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, estuvo la llamada operación Mangosta, uno de cuyos objetivos era incapacitar a los trabajadores azucareros durante la zafra de 1961, utilizando medios químicos para enfermarlos.
En 1962 se inicia el ataque biológico contra animales. Ese año fue introducida la enfermedad de Newcastle, de rápida propagación, y que provocó la muerte de más de un millón de aves.
Más tarde, en 1971, el virus de la Fiebre Porcina Africana obligó a sacrificar más de medio millón de cerdos.
Hacia 1981 se detecta la pseudodermatosis nodular bovina y después fueron provocadas otras enfermedades, como la Mamilitis ulcerativa, que reduce la producción de leche, la hemorrágica viral del conejo, y la Varroasis, la afección más g
Entre 1979 y 1981 la CIA introdujo otras cuatro destructivas plagas que afectaron a personas y a cultivos: La Conjuntivitis hemorrágica, el Dengue hemorrágico, la Roya de la caña de azúcar y el Moho azul del tabaco.
Sólo en las primeras semanas del Dengue hemorrágico (1981) fueron contagiadas 200 mil personas, de las cuales 158 murieron, entre ellas 101 niños. Habría que añadir que en medio de la epidemia, cuando se llegaron a registrar más de 340 mil casos, Estados Unidos negó a Cuba la posibilidad de adquirir en aquel territorio el producto conocido como Abate, para eliminar el vector de la enfermedad, el Las agresiones contra el mundo vegetal incluyeron, entre otras, la Broca del café y el Thrips palmi, plaga que en poco tiempo causó graves daños en los cultivos, como la papa, en 1996.
Entre las numerosas pruebas que demuestran el criminal origen de estas acciones están las declaraciones en 1984 ante un jurado norteamericano de Eduardo Arosena, líder del grupo terrorista asentado en Miami OMEGA-7, quien reconoció haber participado en 1980 en una operación para introducir gérmenes en la Isla como parte de la guerra bacteriológica contra Cuba.
Este breve recuento refiere una página tenebrosa en la historia de las administraciones norteamericanas, que durante más de cuatro décadas no han escatimado recursos con el fin de destruir a la Revolución cubana.
Viejo Condor
AIN (SIC)