Zajar Vinogradov, RIA Novosti. Para empezar, un chiste aparecido el 11 de enero, inmediatamente después de la firma de los protocolos sobre el control a los suministros de gas ruso a Europa: la primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, entra al despacho del presidente del país donde además del mandatario, Víctor Yúschenko, también se encuentra Víctor Baloga y otros funcionarios próximos al presidente y los felicita con la frase: "Caballeros, ¡Les deseo una Feliz Navidad y un próspero gas nuevo!"
Es bien sabido en Rusia que los chistes políticos tienen muy poco de humor y el resto es la pura verdad.
Y en efecto, en estos días Ucrania firmó el protocolo para solucionar el agrio conflicto del gas ruso que no llega a Europa. En un comienzo, Ucrania firmó el protocolo junto con una declaración que irritó profundamente a Rusia, y después, para no empeorar las cosas, lo firmó sin la controvertida declaración.
Ahora, por lo visto, parece que el gas ruso comenzó a fluir de nuevo por los gasoductos ucranianos hasta los países de la Unión Europea.
Pero el problema queda, y sigue siendo por el gas. Un verdadero dolor de cabeza para la UE y para Ucrania, porque hasta el momento, no existe el contrato sobre los suministros de gas a Ucrania, y en consecuencia, el robo de gas ruso, o "la retención técnica" como dicen con timidez en Kiev, continuará irremediablemente.
Por supuesto que eso no ocurrirá mañana o pasado, cuando los observadores de la UE y de Rusia inspeccionen las estaciones medidoras, sino dentro de un mes o un poco más tarde, cuando el famoso protocolo pierda su vigencia.
El problema de los suministros de gas para Ucrania es peliagudo porque a las autoridades ucranianas no les conviene el nuevo precio anunciado por Moscú para ese combustible, que para sus vecinos ucranianos en 2009 se elevó a los precios que rigen el mercado europeo.
Además, en Kiev están muy molestos porque la firma de ese contrato está condicionada al pago de multas por pagos retrasados en un monto de 600 millones de dólares.
Lo más relevante, es que en Ucrania nadie plantea repuestas a interrogantes clave relacionados con este conflicto. En ese país impera un régimen de silencio inexplicable por parte de los supuestos responsables, políticos y expertos.
En primer lugar, planteamos las preguntas
Primera pregunta: ¿Qué pasó con el dinero que durante el año pasado Naftogaz Ucrania recibió de los consumidores por el gas?
Vale recordar que el precio del gas que entrego Rusia a Ucrania fue de 179,5 dólares por cada mil metros cúbicos de gas, y que la empresa ucraniana vendió ese combustible a la mayoría de los consumidores (a excepción de las municipalidades) a 320 dólares por los mismos 1000 metros cúbicos.
Como afirma el ejecutivo de la empresa RosUcrEnergo Dmitri Firtash toda la ganancia por la venta del gas ruso en Ucrania quedó en los bolsillos de Haftogaz, es decir, 140,5 dólares por cada mil metros cúbicos. ¿Y los 179,5 dólares restantes? en principio, se trata de sumas equivalentes a miles de millones de dólares... a propósito, el asunto de los beneficios también es otro asunto muy oscuro.
Si la ganancia quedó en las cuentas de Naftogaz, ¿por qué la empresa no pudo cancelar su deuda con Gazprom a finales de año?
En Ucrania y en Rusia todo el mundo supo que para pagar esa cuenta, Naftogaz tuvo que tomar créditos por un monto de 4.000 millones de dólares.
En otras palabras, en el portafolio financiero de Naftogaz desaparecieron 4.000 millones de dólares además de la ganancia por la venta de gas.
Lo curioso es que la pregunta sobre dónde está el dinero pagado a tiempo por los consumidores ucranianos queda sin repuesta. Es más, ese asunto no figura en la agenda de ningún representante de la élite política ucraniana.
Lo único que Ucrania condena solidariamente es la forma en que ha actuado Rusia, que exige a Kiev el pago de multas por la demora de pagos, y aquí surge el segundo interrogante, ¿Por qué motivo Naftogaz, la primera ministra y hasta el presidente afirman categóricamente haber efectuado los pagos a tiempo?
El asunto no es baladí, porque el consorcio ruso Gazprom estableció que mientras no se cancelen esas multas no se podrá firmar el nuevo contrato sobre gas para Ucrania en 2009.
Cualquier contrato comercial prevé el pago de multas por la demora de los pagos, ¿Por qué Ucrania ignora esta norma cuando se trata de Gazprom?
Finalmente, la tercera pregunta, que se desprende de la anterior, ¿por qué Naftogaz esperó precisamente hasta el 30 de diciembre para cancelar a Gazprom parte de la cuenta de gas consumido en 2008?
Durante meses fue de dominio público la exigencia de Gazprom por cancelar la deuda, se reveló públicamente el monto de la deuda y también el hecho de que la empresa no tenía fondos en sus cuentas para pagar esa deuda.
Precisamente la dilatación de los pagos provocó el conflicto, y como resultado Ucrania no pudo firmar con Rusia el contrato para los suministros de gas necesario para sus necesidades internas, y también perdió la oportunidad de comprar el 80 % del gas necesario a un precio favorable, 250 dólares por mil metros cúbicos y esto, agudizó aún más la escalada del conflicto.
Además, esta situación afectó su "reputación comercial" ante los socios de la UE y finalmente, el riesgo de paralizar parte de su industria nacional cuando se agote definitivamente el gas.
Ahora, las respuestas
Primera respuesta. En 2008 el gas ruso llegó a Ucrania por intermedio de la empresa RosUcrEnewrgo cuyos accionistas por la parte ucraniana, tienen relación con el hermano del presidente ucraniano Piotr Yúschenko, según afirma el diputado ucraniano Taras Chernovol.
La comisión legal de RosUcrEnergo en el negocio es de 1,5 -2 dólares por cada mil metros cúbicos de gas, una suma importante que para la mayoría de la opinión publica rusa y ucraniana es un secreto comercial.
Formalmente, RosUcrEnergo entregaba el gas ruso a Naftogaz Ucrania, que a su vez, lo distribuía a los consumidores y les cobraba por el servicio.
Toda esta estructura está bajo el control de la primera ministra ucraniana, que antes de ocupar ese cargo, desde todas las tribunas exigió que los suministros de gas ruso a Ucrania deberían ser directos entre Gazprom y Naftogaz.
En este sentido, la guerra política entre la primera ministra y el presidente tendría su sentido económico, pero en esta vez no resulto así, de manera que el dinero perdido por Naftogaz hay que buscarlo entre esas estructuras pero nadie lo hace.
Segunda respuesta: el pago de la multas implica el interrogante sobre quién es el responsable y en consecuencia, toda la estructura de gestión de Naftogaz se ve ante la obligación de desvelar el complicado proceso de movimiento de recursos desde los consumidores hasta Haftogaz y otras estructuras que por ahora nadie conoce.
Por una parte, las multas no aparecieron por su propia cuenta, sino que fueron el resultado de la política suicida de Naftogaz en sus negociaciones con Gazprom a finales de año, y esto conduce a la tercera respuesta que puede ser la más importante.
Nos aproximamos al momento de la verdad, lo más interesante es que en esta fase del conflicto ruso-ucraniano, los intereses de las dos partes enfrentadas en Ucrania, el presidente y la primera ministra coinciden.
Además de las consideraciones económicas, la dilatación de las negociaciones con Gazprom tiene sentido político, pero antes, debemos recordar la experiencia de Georgia
La guerra contra Osetia del Sur desatada el pasado mes de agosto por Georgia, o más exactamente, por el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, tuvo para éste último un resultado indiscutible.
A consecuencia de la "guerra de los cinco días", el presidente georgiano logró consolidar en su entorno las diferentes fuerzas políticas georgianas incluso, a la oposición.
Como es sabido, las amenazas exteriores siempre aglutinan a los rivales internos, y si esa amenaza no existe, entonces llega el momento cuando hay que crearla.
Al respecto del conflicto entre Rusia y Ucrania entorno al gas, muchos expertos y políticos en Kiev resaltaron que el gobierno ucraniano frente a Moscú logró formar un frente común.
"El cierre del grifo del gas por parte de Rusia, es más que una presión, ese paso se puede calificar como torturas conferidas a la economía y la población de todo un país", dijo al respecto el secretario de la administración de la Presidencia de Ucrania, Víctor Baloga
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Según Baloga, la única opción para Ucrania ante esta situación, "es consolidar las fuerzas políticas para defender los intereses de la Nación".
En otras palabras, el proyecto para unificar las fuerzas políticas entorno al presidente Yúschenko, cuya popularidad está en descenso, comenzó a dar resultados tras la ruptura de las negociaciones sobre el gas a finales de año.
En este caso, los intereses de los ucranianos de a pié y los problemas de los homólogos europeos, que se quedaron sin calefacción en pleno invierno, quedaron relegados a un segundo plano, ante la urgencia de consolidar a la población de Ucrania en torno a su presidente
Por esta razón, es muy probable que las próximas negociaciones sobre los suministros del gas ruso a Ucrania avancen de acuerdo a esta lógica.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)