En la víspera del 70º aniversario de la firma de la declaración, que manifiesta que todos los territorios chinos robados por Japón deben ser devueltos a China, expertos nacionales y extranjeros llamaron a la comunidad internacional a salvaguardar conjuntamente el orden internacional establecido.
El significado de mayor importancia de la Declaración de El Cairo es que los principales territorios ocupados por Japón desde 1895 deben ser devueltos, opinó Michael Schaller, profesor de historia de la Universidad de Arizona.
La declaración, dijo, incluyó una resolución de que Japón debe "abandonar prácticamente todos los territorios adquiridos por la fuerza desde 1895 y 1914, incluidos el noreste de China, la isla de Taiwan y las islas cercanas... y Pescadores".
"Cuando Japón aceptó la Declaración de Potsdam... como parte de su acuerdo de rendición, reconoció que al hacerlo también estaba aceptando los artículos de la Declaración de El Cairo...", añadió Schaller, quien es además miembro de la Sociedad de Historiadores de las Relaciones Exteriores de EEUU.
"No pienso que hubo ambigüedad o confusión sobre el hecho de que Japón necesitaría entregar todos los territorios que había ocupado en el continente asiático y Taiwan. No creo incluso que los estridentes nacionalistas japoneses actuales tengan alguna duda al respecto", abundó.
Dan Plesch, director del Centro de Estudios Internacionales y Diplomacia de la Universidad de SOAS en Londres, calificó la Declaración de El Cairo de culminación del éxito de China durante la Segunda Guerra Mundial.
"En cambio, esto solo fue posible por la heroica resistencia del pueblo chino contra la agresión japonesa", señaló.
Respecto al papel desempeñado por la declaración en la reconstrucción de la posguerra y el orden mundial actual, Plesch explicó que el documento fue un acuerdo importante que condujo al final de la Segunda Guerra Mundial.
"Su contenido, particularmente el relacionado con Japón, fue parte del acuerdo que permitió la guerra llegara a su fin con la rendición japonesa", expresó.
Plesch dijo que la declaración estipuló la solución a los temas territoriales y fronterizos, y cualquier acción desafiante sería "potencialmente muy desestabilizadora para el orden internacional".
Huang Dahui, director de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Renmin de China, manifestó que ante el flagrante desafío por parte de Japón al orden de la posguerra establecido por la Declaración de El Cairo y otros documentos de la ley internacional, la comunidad mundial debe tener un mejor entendimiento de la declaración para garantizar la obediencia de los términos relevantes.
La Declaración de El Cairo estableció en términos explícitos que "todos los territorios robados por Japón a China, tales como Manchuria, Formosa (Taiwan) y Pescadores" deben ser devueltos a China, indicó Huang, quien agregó que las Islas Diaoyu, entonces bajo la administración de Taiwan, deberían ser incluidas en los territorios a devolver.
El gobierno japonés, sin embargo, emprendió la acción unilateral de "nacionalizar" las Islas Diaoyu, lo cual no solo constituye una violación de la soberanía territorial de China, sino que también representa un desafío público al resultado de la guerra mundial antifascista y el orden internacional de la posguerra, sentenció Huang.
Los tres firmantes de la Declaración de El Cairo -Reino Unido, China y Estados Unidos- deben trabajar conjuntamente para garantizar la implementación del documento y salvaguardar los frutos de la victoria, concluyó.
Viejo Condor
CRI.online (SIC)