Nezavisimaya Gazeta B-52
La incursión de dos aviones militares de EEUU en la zona de defensa aérea de China pone de relieve que los dos países están librando una guerra de los nervios, escribe hoy Nezavisimaya Gazeta citando a Konstantín Kokarev, director adjunto del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos.
Esta semana, dos bombarderos estratégicos B-52procedentes de la base aérea estadounidense en Guam sobrevolaron el mar de China Oriental desafiando el nuevo reglamento de Pekín que amplió recientemente su zona de defensa aérea sobre el archipiélago Diaoyu/Senkaku disputado a Japón exigiendo identificación y detalles de ruta a toda aeronave que entra en el área.
Al enviar los B-52, “EEUU muestra a Pekín que en la región Asia-Pacífico hay un reparto de fuerzas y existe una línea roja que no se debe cruzar”, opina el experto. Al mismo tiempo, reconoce que se trata de una medida forzada. “En Japón se duda de los estadounidenses como aliados fiables. Si EEUU hubiera aceptado sin rechistar el reglamento impuesto por China, esos sentimientos habrían aumentado”, argumenta.
Por otro lado, ninguna de las dos partes quiere que el incidente vaya a más. “Washington ha abogado en repetidas ocasiones por intensificar los vínculos entre los militares estadounidenses y chinos”, sostiene Kokarev.
Otro experto consultado por el diario, Alexandr Larin del Instituto de Extremo Oriente, señala al comentar la ampliación de la zona de defensa aérea china que, con toda probabilidad, fue una decisión del propio líder chino Xi Jinping. “Tiene suficiente poder en el Comité Central y en el Comité Permanente del Buró Político como para realizar su política. Al parecer, Xi Jinping considera que EEUU está perdiendo posiciones en Asia y que tarde o temprano deberá cederlas”, dice el investigador.
Al mismo tiempo, eso no quiere decir que Pekín busque una confrontación, subraya. “Cuando sea necesario, hará un gesto para mostrar al mundo entero el buen juicio de China”, concluye Larin.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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