Teniendo en cuenta que todavía son ambiguas las perspectivas de que la economía mundial salga de la crisis, y que la situación en el mercado de petróleo continúa inestable, la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), en su conferencia ordinaria celebrada el pasado 28 de mayo en Viena no adoptó ninguna medida especial.
Los países miembros del cartel petrolero decidieron dejar inalterable la cuota oficial de extracción y prometieron que cumplirán con más rigor las limitaciones establecidas. Como resultado, la extracción de petróleo en los países miembros de la OPEP deberá descender un poco, o al menos, no aumentar.
La OPEP controla cerca del 40 % de la extracción mundial de petróleo y el tope de la extracción de todos los países miembros en la actualidad equivale a 24.845.000 barriles de crudo diarios.
Con justicia, el cartel petrolero puede ser felicitado por el éxito logrado. A finales del año pasado, la OPEP adoptó una serie de medidas que permitieron reducir la cuota de extracción en 4,2 millones de barriles diarios y, en consecuencia, el precio de los contratos futuros en la bolsa de Nueva York (WTI), principal indicador del mercado mundial de crudo, que en diciembre de 2008 cayó a 30 dólares por barril, ahora creció casi el doble, y actualmente fluctúa sobre los 60 dólares.
Pero este cartel comprende perfectamente que los niveles actuales del precio del crudo son inestables, porque más que todo reflejan reacciones positivas del mercado, y hasta el momento, no dependen de factores sólidos, como el aumento de la demanda.
Según pronósticos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda de petróleo y sus derivados se reducirá un 3 % en 2009 debido a la crisis económica, la caída más alta en el sector desde 1981.
Debido a la caída del consumo en los países industrializados, los principales consumidores de petróleo continúan acumulando reservas de este combustible. Así, en Estados Unidos, el mayor consumidor del crudo del mundo, esas reservas ya sobrepasan el nivel más alto en los 20 años.
El aumento de los precios que se observa en el último año y medio, obedece más que todo a la inyección de varios miles de millones de dólares en la economía, emprendida a finales del año pasado y comienzos del presente, por los países económicamente más potentes, encabezados por EE.UU., con el objetivo de contener la crisis económica global.
Estos recursos se convirtieron en factores determinantes que han permitido sostener los indicadores de las bolsas de valores, incluyendo la de Rusia y los precios en las bolsas mundiales de bienes y productos.
El problema es que todavía no se sabe cuándo comenzará a crecer la economía de Europa y EEUU y nadie puede pronosticar con exactitud cuándo comenzara a aumentar la demanda mundial de petróleo.
Por esta razón, los países miembros de la OPEP no hacen cuentas alegres y retuvieron el aumento de la extracción a pesar del aumento de los precios. Es más, en una demostración de poco optimismo, la OPEP decidió reforzar el cumplimiento la cuota de extracción fijada a todo el cartel y a cada uno de los países miembros.
En abril, once países miembros de la OPEP (Iraq, miembro del cartel quedó excluido del sistema de cuotas) por primera vez en los últimos nueve meses aumentaron la extracción en 220.000 barriles diarios, al elevarla a 25,8 millones de barriles.
Esto supuso un incremento substancial con respecto a la cuota oficial, pero de todas maneras, inferior a la extracción en 2008. El cumplimiento estricto de las cuotas establecidas es uno de los objetivos principales refrendados en la reunión de Viena.
De esta manera, en la etapa actual, la OPEP se limita a esperar a que se restablezca el crecimiento económico de los países industrializados, y en consecuencia, aumente la demanda de petróleo que, a su vez, haría subir del precio del crudo.
Rusia, que no forma parte de la OPEP, mantiene una postura similar, aunque hay ciertas particularidades. Rusia extrae crudo al rendimiento máximo de sus pozos, pero por segundo año consecutivo, esa extracción se mantiene en el mismo nivel.
La causa es que Rusia no cuenta en la actualidad con campos de extracción que todavía no se explotan. Por lo visto, tampoco aparecerán a corto plazo, debido a que el país eurasiático redujo al mínimo la inversión en la prospección durante todo el periodo de bonanza de altos precios del crudo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
Oleg Mitiayev
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI