El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha anunciado este lunes nuevos planes para construir otras cerca de 700 viviendas en Jerusalén Este, la parte de la ciudad que Israel ocupó en 1967. El anuncio supone un nuevo desafío a la Administración estadounidense y un obstáculo con vistas a una futura negociación entre palestinos e israelíes. Washington ha exigido a Israel el cese total del crecimiento de los asentamientos, mientras que la Autoridad Palestina ha reiterado en los últimos meses su negativa a sentarse a negociar mientras continúe la expansión de las colonias. "Con cada una de sus actuaciones sobre el terreno, Israel está diciendo 'no' a negociaciones importantes, 'no' a una paz duradera y 'no' a la solución de dos Estados", ha dicho hoy el jefe negociador palestino, Saeb Erekat en un comunicado. El anuncio de Netanyahu se produce en un momento de elevada tensión entre israelíes y palestinos tras la muerte de seis palestinos por disparos del Ejército israelí en Cisjordania y Gaza.
La Unión Europea ha condenado la decisión israelí y ha recordado que "los asentamientos en tierras ocupadas son ilegales desde el punto de vista de la legislación internacional". Asimismo, ha pedido al Ejecutivo hebreo que "reconsidere sus planes", en un comunicado emitido por Suecia, el país que preside este semestre la Unión. Fuentes de la Administración estadounidense han expresado también su descontento en declaraciones al diario israelí Haaretz. "Pensamos que las acciones unilaterales dificultan la vuelta a la mesa [de negociación] y ese es precisamente nuestro objetivo", ha dicho una las fuentes.
Jerusalén Este es la parte de la ciudad que los palestinos aspiran a convertir en capital de su futuro Estado. Israel considera sin embargo "indivisible" la urbe que se anexionó en el 67 y la excluye de la moratoria impuesta a otros asentamientos. En virtud de estos nuevos planes, el Ministerio de Vivienda israelí adjudicará a varias empresas la construcción de 198 viviendas en Pisgat Zeev, 377 en Neve Yaakov 117 en Har Homa. Se trata de colonias próximas a Jerusalén, ilegales bajo la legislación internacional, y que sin embargo, a diferencia de los asentamientos de Cisjordania, la mayoría de los israelíes considera barrios corrientes. Unos 250.000 colonos viven en territorio palestino en las inmediaciones de Jerusalén.
En noviembre pasado, el Ejecutivo de Netanyahu anunció que paralizaría la construcción en las colonias durante un periodo de diez meses, en respuesta a las presiones estadounidenses. También en noviembre, Israel anunció la construcción de otras 900 viviendas, esta vez en Gilo, una localidad a las afueras de Jerusalén y próxima a la ciudad palestina de Belén.
El anuncio de estos nuevos concursos públicos coincide con semanas de intensas presiones por parte de los colonos. Unos 10.000 se reunieron ante la residencia del primer ministro a principios de mes para protestar por la moratoria, mientras los más combativos cortan el paso a los asentamientos a los inspectores encargados de vigilar la moratoria y bloquean carreteras por todo el país
Viejo Condor
El Pais.com(SIC)