A menos que la Fuerza Aérea de EEUU adquiera al menos 400 aviones F-22 Raptor, perderá la superioridad estratégica que obtuvo sobre el sistema ruso de defensa antiaérea al terminar la Guerra Fría, opinan los expertos del centro analítico Air Power Australia citados hoy en NVO, el suplemento militar de Nezavisimaya Gazeta.
EEUU mantiene liderazgo global en lo que respecta al potencial de la Fuerza Aérea y la exportación de aviones de guerra pero Rusia es la mayor productora y proveedora mundial de sistemas de defensa antiaérea (DAA).
La empresa rusa Almaz-Antey, por ejemplo, vende sistemas antiaéreos a más de medio centenar de países. Los misiles S-400 Triumf, que ya están en dotación del Ejército ruso, no tienen parangón en el mundo: pueden derribar objetivos a una distancia de hasta 400 Km y a una altura de 30 Km, incluidos los de pequeño tamaño, alto grado de maniobrabilidad y basados en tecnologías furtivas (Stealth).
Investigadores de Air Power Australia creen que los modernos radares y misiles antiaéreos rusos no dejan a la aviación militar de EEUU ningún chance para sobrevivencia en un supuesto conflicto armado. El prometedor caza multipropósito de quinta generación, Joint Strike Fighter conocido también como F-35 Lightning II, no puede burlar el sistema ruso de defensa antiaérea, por no hablar ya de modelos anteriores, tales como F-15, F-16 y F/A-18.
Dicha situación podría afectar a la posición de EEUU a escala global, señalan los expertos. Países como China, Irán o Venezuela serán plenamente conscientes de que EEUU evitará implicarse en una confrontación bélica abierta para no perder a centenares de aviones de combate.
Viejo Condor