El mandatario iraní, Mahmud Ahmadineyad, se mostró dispuesto a la intermediación de Brasil en la resolución del problema derivado del programa nuclear de Irán y a la propuesta de intercambio de combustible nuclear con este país.
Así se lo hizo saber en una conversación telefónica al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, según informan las agencias informativas citando a los servicios de prensa presidenciales de Irán. En concreto, se mostró “dispuesto, en general, a la intermediación de Brasil en el acuerdo sobre el intercambio del combustible nuclear”.
Anteriormente, el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim, no descartó la posibilidad de estudiar este intercambio durante su visita a Teherán a finales de abril.
En la actualidad, Irán necesita 120 kilogramos de uranio enriquecido al 20% para el reactor de Teherán destinado, como afirman las autoridades iranies, a producir isótopos médicos para el tratamiento del cáncer.
Según la información de las fuentes presidenciales iraníes, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, planea realizar una visita oficial a Irán en la segunda mitad de mayo.
Anteriormente el Grupo 5+1 (Francia, Estados Unidos, Rusia, China y Gran Bretaña, más Alemania) propusieron a Irán, con la intermediación de la OIEA, que exportase 1,2 toneladas de uranio no enriquecido a Moscú para mejorarlo al 20% y que París lo transformase en barras de combustible nuclear. Irán rechazó esta iniciativa afirmando que sólo aceptaría un intercambio simultáneo del combustible nuclear por las barras y a condición de que éste se efectuase en territorio iraní. Después de que las negociaciones de Teherán con Occidente sobre este tema fracasaron, Irán comenzó a enriquecer el uranio hasta el 20% usando sus propias instalaciones en febrero pasado.
La decisión tomada por Teherán provocó una nueva oleada de la crisis diplomática entre Irán y los países occidentales, que estaban discutiendo la imposición de un régimen de sanciones severas en contra del país persa. De esta manera, toda la situación generada alrededor del programa nuclear iraní empezó a contemplarse como irreversible.
La situación se complicó más aún por las amenazas de imponer nuevas sanciones en contra de Teherán por parte del Consejo de Seguridad de la ONU y por iniciativa de Estados Unidos. Asimismo, Ahmadineyad advirtió que la imposición de las posibles nuevas sanciones por parte de este organismo llevará a la quiebra de cualquier relación diplomática del país persa con EE. UU.
El problema del programa nuclear de Irán surgió tras las sospechas de los países occidentales, encabezados por EE. UU., de que Irán tiene la intención de elaborar armas nucleares.
La participación de Brasil, aparte de ser una señal clara de la creciente influencia de los países de América Latina en las cuestiones de la seguridad energética mundial, podría dar un nuevo impulso a la resolución del problema que para muchos expertos se ha convertido en un “callejón sin salida”.
Viejo Condor
RT.net (SIC)