El presidente de Siria, Bashar Asad, opina que el conflicto en su país podría solucionarse en cuanto la oposición armada dejara de recibir armas y militantes a través de la frontera con Turquía.
“Si la frontera con Turquía estuviera cerrada para bloquear el tráfico de armas y militantes, el asunto se resolvería en apenas un par de semanas”, declaró Asad, citado este lunes por el diario libanés Al-Akhbar, durante un encuentro con “un grupo de visitantes árabes”. El periódico no desveló la identidad de los huéspedes.
Durante el encuentro, que tuvo lugar en el palacio presidencial en Damasco y se prolongó por tres horas, Asad afirmó que el Ejército sirio recuperó la iniciativa sobre el terreno y logró avances significativos últimamente. En cada una de las 14 provincias, las fuerzas gubernamentales impidieron a los insurgentes hacerse con el control de la situación y limitaron su dominio a algunas áreas limítrofes con Turquía, Jordania y Líbano, así como algunos suburbios de Damasco.
“La situación en la capital ha mejorado y las áreas estratégicas, especialmente, la carretera al aeropuerto, están seguras a pesar de los esfuerzos de la insurgencia”, dijo Asad.
Expresó la seguridad de que Moscú seguirá apoyándole. Rusia “defiende a sí misma, no al régimen de Siria”, subrayó.
La víspera, el primer ministro ruso Dmitri Medvédev comentó que Asad cometió un error fatal al rechazar en su momento el diálogo con una parte de la oposición moderada, por lo que los chances de sobrevivencia para el régimen se reducen cada día.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)