En declaraciones publicadas en su página web, Mir Hossein Mousavi, el principal opositor al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, dijo que considera "ilegítimo" al nuevo gobierno. Además, la milicia pro gubernamental de voluntarios, los Basij, pidió su detención por su papel en las protestas.
En una carta al fiscal general de Irán, los Basij acusaron a Mousavi de nueve delitos, entre ellos, el de publicación de propaganda contra el Estado y el de complicidad en la ruptura de la seguridad nacional.
Según la milicia islámica, Mousavi estuvo involucrado en las protestas en las que, aseguran, murieron 17 manifestantes y un número indeterminado de milicianos progobierno.
Frente a estas acusaciones, y después de una semana en silencio, aparentemente a causa de una intensa presión para aceptar un segundo mandato para Ahmadinejad, Mir Hossein Mousavi volvió a hablar hoy a través de su página web.
"La mayoría de la gente, incluido yo, no aceptamos la legitimidad política de este gobierno que tendrá un débil apoyo moral y popular", escribió Mousavi.
"Es nuestra responsabilidad histórica continuar con nuestras quejas y hacer el esfuerzo de no abandonar la lucha por los derechos de la gente", añadió.
Señales contradictorias
Esto significa que la crisis política dentro del régimen está lejos de haber terminado, a pesar de que las protestas en las calles hayan sido acalladas
James Robbins, corresponsal de la BBC para asuntos diplomáticos
En el mismo sentido se pronunciaron este miércoles otro candidato reformista, Mehdi Karoubi, y el ex presidente iraní, Mohammad Jatamí.
"La represión contra los disidentes se intensifica, pero los esfuerzos por silenciar la condena de las elecciones presidenciales parecen haber fracasado", comentó James Robbins, corresponsal para asuntos diplomáticos de la BBC.
"Esto significa que la crisis política dentro del régimen está lejos de haber terminado, a pesar de que las protestas en las calles hayan sido acalladas", indicó Robbins.
Crisis con Occidente
Pero más allá del conflicto interno, las revueltas acaecidas en Irán a raíz de las elecciones presidenciales del 12 de junio marcaron, según Robbins, el inicio de una larga crisis en las relaciones entre Irán y Occidente, que plantea serias de dudas de cara al futuro.
"A nivel simbólico, ¿deberían los países boicotear la toma de posesión de Ahmadinejad para su segundo mandato, prevista para finales de este mes? En un nivel más profundo, ¿cuál debería ser el equilibrio en el futuro entre el palo y la zanahoria?", se cuestionó el corresponsal de la BBC.
De fondo, planean las delicadas negociaciones en torno al programa nuclear iraní.
"Seguro que se tendrán en cuenta sanciones extra, pero la mayoría está de acuerdo en que volver a sentar a Irán para negociar su programa nuclear sigue siendo un asunto vital", agregó Robbins
Negociaciones complicadas
Sin embargo, estas conversaciones parecen cada vez más difíciles. Este miércoles, el jefe del estado mayor de Irán, el General Hassan Firouzabadi, descalificó a la Unión Europea para negociar con el país asiático y la acusó de "interferir" en los disturbios que siguieron a las elecciones.
Los estados de la Unión Europea, por su parte, están considerando la retirada de sus embajadores de Irán, en el marco de una creciente disputa diplomática.
Esta medida fue propuesta por Gran Bretaña tras la detención en Irán de nueve trabajadores de su embajada en Teherán la semana pasada, ocho de los cuales, de acuerdo con las últimas informaciones, ya habrían sido liberados.
Según informó la corresponsal de asuntos europeos de la BBC, Oana Lungescu, altos funcionarios europeos discutirán la petición británica en Estocolmo el próximo jueves. Italia y Alemania, los mayores socios comerciales de Irán en la UE, ya manifestaron su oposición a la medida y argumentaron que los canales de diálogo con Irán deben mantenerse abiertos.
Viejo Condor
BBC Mundo (SIC)