La asociación estratégica entre los países que componen Mercosur y la incipiente Unión Euroasiática se posicionan como un firme mecanismo a la hora de construir un nuevo orden mundial basado en la multipolaridad, explicó el economista de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ariel Noyola Rodríguez, en un artículo publicado por RT.
Según el autor, habrían surgido nuevas alianzas con Rusia para reconfigurar la geopolítica internacional, creando conexiones con las economías emergentes latinoamericanas que según Lavrov convertirá en un pilar fundamental la construcción de un nuevo orden mundial menos centrado en la economía de Estados Unidos.
A este respecto, el texto de Noyola recordó que las exportaciones de Rusia a países de América Latina se concentran en un 50% en fertilizantes, minería y combustibles mientras que Moscú obtiene a cambio productos agrícolas, carnes y componentes electrónicos.
Se trata de un intercambio beneficioso para ambas partes que el Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia situó en 100.000 millones de dólares para 2030, es decir, un aumento del 500% en los próximos 15 años.
Además, el académico mexicano destacó las nuevas colaboraciones estratégicas entre Rusia y América Latina, surgidas a raíz de la caída del comercio con la Unión Europea, como el proyecto de inversión del Consorcio Petróleo Nacional ruso (formado por Rosneft, Gazprom Neft, LUKoil, TNK-BP y Surgutneftegas) con empresas de Brasil, Argentina, Venezuela, Guyana y Cuba, entre otros países.
En este sentido, Noyola observó que las relaciones bilaterales que Rusia ya mantiene con países como Brasil, Argentina, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, se ampliará enormemente por medio de la incorporación de las economías de la Unión Euroasiática, las cuales aspiran a actuar como conector de economías desde el Norte de África, pasando por China, hasta Latinoamérica a través del Pacífico, dejando de lado el bloqueo de la región impuesto por los países de la OTAN.
De hecho, indicó como en los últimos años la relación la Unión Euroasiática (Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Kirguistán y Rusia) con Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) ha supuesto la mayor apuesta de Rusia en términos de integración regional de unos territorios con una extensión de 33 millones de kilómetros cuadrados, 450 millones de habitantes y un PIB combinado equivalente al 11,6% del PIB mundial.
Para lograr tal integración el economista señaló que será preciso que Rusia ponga a punto un sistema de pagos alternativos al SWIFT norteamericano, algo que podría poner en marcha China desde el próximo mes de septiembre.
Además, señaló la experiencia de América Latina en la aplicación del Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE) el cual redujo los impactos externos en el conjunto de la región y evidenció el creciente protagonismo de mecanismos financieros que abandonan paulatinamente la órbita del dólar.
Por último, Noyola concluyó que la articulación de Mercosur y la Unión Euroasiática en un bloque geoestratégico común sería una manera más eficiente de plantear un defensa común de la soberanía nacional y de garantizar el cumplimiento de los principios del derecho internacional frente al actual contexto de crisis económica y de definitivo debilitamiento de la hegemonía del dólar norteamericano en la economía mundial.
Viejon Condor
Sputnik Mundo (SIC)
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