El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, manifestó hoy la confianza en que la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aprobará por consenso una resolución propuesta por China y Rusia en favor de una solución negociada del problema nuclear iraní.
“Nuestros socios occidentales querían adoptar un anteproyecto muy duro, una resolución centrada en sanciones (contra Irán). Las delegaciones de Rusia y China rechazaron su planteamiento que estaba obviamente sesgado hacia la coerción y no tomaba en cuenta la necesidad de allanar el camino para la reapertura de negociaciones”, declaró Lavrov de visita en la capital kazaja.
A iniciativa de Moscú y Pekín, la Junta de Gobernadores ya adoptó por unanimidad una declaración que reafirma los principios de resoluciones anteriores y llama a continuar las negociaciones entre Irán y el OIEA. Ahora se trata de transformar este documento en una nueva resolución que, según Lavrov, “será aprobada por consenso”.
“Puedo constatar que las naciones occidentales no tuvieron reparo en reconocer que la coerción es inapropiada y contraproducente en esta etapa”, dijo.
Al intervenir hoy en la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Construcción de Confianza en Asia (CICA), que se desarrolla en la capital de Kazajstán, Lavrov señaló que las negociaciones “son la única manera de asegurar que Teherán y Pyongyang disipen los recelos de la comunidad internacional” acerca de sus programas nucleares.
Las amenazas, la escalada de tensión y las sanciones unilaterales “minan los esfuerzos colectivos”. “Los riesgos son demasiado grandes, así que es necesario renunciar ya a la apuesta por la confrontación”, afirmó.
Agregó que “la autoridad de la CICA podría desempeñar un papel favorable en este sentido”.
Estados Unidos, otros países de Occidente e Israel sospechan que Irán se propone producir armas nucleares al amparo de un programa civil de energía atómica. Teherán rechaza estas acusaciones diciendo que sólo busca cubrir la creciente demanda de electricidad dentro del país.
El OIEA y el “sexteto” de mediadores internacionales (Alemania, China, EEUU, Francia, Gran Bretaña y Rusia) procuran desde 2003 que Irán suspenda su programa de enriquecimiento de uranio, para no poner en peligro el régimen de la no proliferación nuclear.
La negativa de asegurar plena trasparencia del programa nuclear ya le valieron a Irán numerosas sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, así como organismo y sueltos.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)