Moscú, 16 de enero, RIA Novosti. El canciller ruso Serguei Lavrov confía en una mejora de la política exterior de EEUU tras la investidura del presidente electo Barack Obama.
Al intervenir hoy en una rueda de prensa dedicada a la labor diplomática rusa en 2008, Lavrov reconoció tener "serias esperanzas de que la política de EEUU cambie para mejor" con la llegada de la Administración de Barack Obama.
Rusia "está preparada para estos cambios y confía en una cooperación honesta" con EEUU, subrayó. En particular, Moscú espera que Washington vuelva a considerar la propuesta rusa encaminada a la creación de un sistema colectivo de defensa antimisil, con la participación de EEUU, Europa y Rusia. Moscú ve en ello una alternativa al escudo antimisil que EEUU planeaba instalar en la Europa del Este.
"El presidente Obama pretende tomarse una pausa en lo que respecta al tema de defensa antimisil. No sólo a causa de la crisis financiera, pues lo anunció previamente a la crisis, sino para analizar los costes y la eficiencia del proyecto", recordó Lavrov.
También manifestó la confianza de que será posible reanudar, poco después del cambio del inquilino en la Casa Blanca, los contactos entre Teherán y los seis países que actúan como mediadores en la solución del problema nuclear iraní (cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania).
El pasado año, a juicio del canciller ruso, dejó mucho que pensar a los países occidentales que se empeñaron en aplicar una línea de disuasión con respecto a Moscú. "En su mayoría, son renuentes a la confrontación" y entienden perfectamente que la política exterior de Rusia se sustenta en "intereses legítimos", dijo.
Al mismo tiempo, denunció los intentos de sembrar división y marcar "líneas de confrontación política militar" en el espacio postsoviético. Lavrov cree "deplorable" que a los miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) los hagan rehenes de proyectos geopolíticos foráneos, y los obliguen a decidir de qué lado están.
"Rusia se opondrá a semejantes tendencias e insistirá en que todos respeten los intereses legítimos de otros socios comunitarios, para que sean tratados como miembros iguales dentro de la comunidad internacional", señaló.
Más adelante, descartó la injerencia de Rusia en los asuntos internos de aquellos países que tienen una amplia comunidad rusohablante.
El ministro dijo sentirse "preocupado" por la creciente presencia de cuerpos de seguridad georgianos en las zonas adyacentes a Osetia del Sur y Abjasia. Para normalizar la situación, dijo, Georgia debería acatar los compromisos que asumió de acuerdo con el Plan Medvédev-Sarkozy y no emplazar efectivos militares fuera de sus bases permanentes.
Durante la rueda de prensa, Lavrov confesó que Moscú "no planeaba reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia", ni siquiera cuando Georgia rompió hostilidades contra la parte suroseta y Rusia tuvo que intervenir para frenar la guerra. Lo hizo únicamente después de que Tbilisi dejó clara la intención de rearmarse y recuperar a las antiguas autonomías.
El jefe de la diplomacia rusa mencionó asimismo el conflicto comercial que mantienen Moscú y Kiev mantienen acerca de los suministros del gas. "Creo que es el caso para que la Unión Europea manifieste su famosa solidaridad y explique a los colegas ucranianos que es inadmisible incumplir el contrato, vigente hasta 2010, sobre el tránsito del gas ruso a Europa", dijo.
Lavrov expresó la esperanza de que todas las partes implicadas en la situación asistan mañana a la "cumbre del gas" en Moscú.
Al comentar las hostilidades que se desarrollan en la Franja de Gaza, calificó de "óptima" la iniciativa de tregua humanitaria presentada por Egipto y señaló la necesidad de apoyarla por todos los medios, en particular, enviando las respectivas "señales" a los representantes de Hamas y a los Estados capaces de influir en este movimiento, en primer término, Siria e Irán. También observó que los acontecimientos en Gaza atribuyen mayor actualidad a la idea de convocar en Moscú una conferencia internacional para el arreglo en Oriente Próximo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)