Rusia no ahorra esfuerzos por mantener en el debido nivel la capacidad combativa de su flota submarina mediante la inclusión en sus arsenales del armamento más moderno, declaró hoy el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu.
“Se prevé dotar la flota submarina con armas de alta precisión y largo alcance con objeto de ampliar las posibilidades de su empleo en el marco de la doctrina de disuasión estratégica”, dijo el general en una reunión con alto mando de las fuerzas submarinas de la Flota del Pacífico, celebrada este miércoles en la península de Kamchatka.
Al destacar una “especial importancia” que tienen los submarinos de la Flota del Pacífico para “mantener la estabilidad estratégica y resguardar la seguridad militar” en el Lejano Oriente, Shoigu llamó la atención a la ventajosa ubicación de la base de submarinos nucleares en Kamchatka que les ofrece la posibilidad de “operar en los espacios oceánicos y cumplir las misiones en cualesquiera circunstancias”.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Defensa comunicaron que en la reunión “se abordaron los planes de desarrollo de la infraestructura de las bases de submarinos nucleares en relación con la próxima incorporación a la Armada de los sumergibles de cuarta y quinta generaciones”.
En la actualidad, la flota submarina de Rusia está principalmente conformada por buques de tercera generación. El primer sumergible de cuarta generación, “Yuri Dolgoruki”, del proyecto 955 Borei, fue incorporado a la Armada en enero de 2013.
En total, se planea construir de 8 a 10 submarinos del proyecto Borei, que remplazarán los del proyecto 677BDRM Delfin, de tercera generación, y constituirán el núcleo de las fuerzas navales nucleares de Rusia después del 2018.
También son de cuarta generación los submarinos atómicos del proyecto 885 Yasen. El buque insignia del proyecto, “Severodvinsk”, actualmente está sometido a pruebas y puede ser entregado a la Armada ya en 2013.
Según el plan previsto, las Fuerzas Navales rusas recibirán siete submarinos atómicos del proyecto Yasen en los próximos ocho años.
A mediados de este mes de marzo la oficina rusa de diseño naval “Rubín” anunció el comienzo de desarrollo de submarinos de quinta generación, tanto atómicos como diésel.
El presidente ruso Vladímir Putin declaró en enero pasado que se gastarán más de cuatro billones de rublos, o unos 132.280 millones de dólares, en nuevos buques y submarinos para la Armada hacia 2020. La renovación de la Marina, según él, es una de las prioridades más importantes para Defensa.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)