El fracaso de la operación mercenaria USA-UE-Israel-Liga
Árabe para ocupar Alepo, el corazón económico de Siria, y establecer una
cabecera de playa invasora con un "gobierno sirio libre" que legitime una
intervención militar de la OTAN para derrocar al gobierno institucional. La
estrategia y los objetivos del plan.
Abrumadas por la
realidad, apabulladas y ya sin poder esconder o manipular los hechos en el
terreno, las grandes agencias y cadenas mediáticas internacionales, comienzan a
admitir entre dientes que el ejército sirio concretó en su parte central el
exterminio de la operación terrorista en alta escala lanzada por fuerzas
mercenarias extranjeras, cuyo escenario principal fueron Alepo y Damasco, la
capital de Siria.
La predicción del jefe del Pentágono USA (el organizador militar de
la invasión) afirmando que la toma de Alepo, el corazón económico de Siria, iba
a ser el "último clavo" para el ataúd del presidente Bashar al-Assad, así
como la proyección mediática de la "caída inminente" del gobierno sirio,
fracasaron estrepitosamente.
Y ahora, sin posibilidad de manipular información sobre el "avance
del ejército libre sirio", la prensa internacional y las usinas de
inteligencia de la operación mercenaria (entre ellas el "observatorio sirio"
controlado por la CIA, el Mossad y los servicios de Reino Unido) se concentran
en las "deserciones" de militares sirios, en la "huida en masa de la
población" y en la "matanza de civiles" por parte de las fuerzas
sirias.
Lo concreto, lo verificable sobre el terreno, es que el gobierno y
las fuerzas armadas sirias, abortaron el centro estratégico de la
operación, orientado a la toma de Alepo, y a establecer una cabecera de
playa con un "gobierno sirio libre", desde donde recibir apoyo en blanco
de las potencias imperiales y proyectarse a la toma de todo el país.
Todas las informaciones, con distintos matices y proyecciones,
coinciden en que el gobierno sirio mantiene el control total sobre el
país, mientras el ejército se concentra en la persecución y el exterminio de
los focos de grupos mercenarios dispersos que aún permanecen atrincherados en
algunos barrios, y sin posibilidad de logística ni de supervivencia.
El apoyo concreto de Irán en las últimas horas, la férrea alianza
estratégica con el eje Rusia-China-Teherán-Venezuela-Cuba, impidió hasta ahora
que Siria se convierta en una "Libia del Medio Oriente" sucumbiendo a una
operación de conquista presentada como una "revolución popular y
democrática" contra un "régimen tirano y asesino de su propio
pueblo".
Claramente, Rusia, China e Irán, están dando una
advertencia severa al eje EEUU-UE-Liga Árabe de que Siria no es Libia.
Donde el régimen de Kadafi fue desestabilizado por mercenarios, bombardeado por
la OTAN y finalmente derrocado y asesinado su líder ante la total indiferencia
internacional.
Moscú y Pekín no solamente han bloqueado
sistemáticamente, en tres oportunidades, maniobras de EEUU, Reino Unido y
Francia, para aumentar las sanciones en la ONU y fundamentar una
intervención militar contra Siria, sino que han emprendido una acción
política y diplomática conjunta para identificar la llamada "rebelión siria"
como una "agresión extranjera" a ese país.
El gobierno sirio, protegido por el paraguas de Rusia y China que
boicotearon sanciones y maniobras en la ONU para una intervención armada de la
OTAN como en Libia, efectuó una operación militar "quirúrgica" de tres
semanas sobre los barrios donde se infiltraron los grupos mercenarios lanzados
principalmente desde una base en Turquía y coordinados en terreno y
comunicaciones por oficiales de fuerzas especiales de EEUU, Israel y Reino
Unido.
La estrategia y los objetivos de la "Operación Siria"
Al contrario de lo que afirma la prensa internacional (columna
mediática de la operación) y las potencias occidentales, Siria nunca estuvo
en un conflicto interno, ni en una guerra civil. Nunca hubo un "ejército
sirio libre", ni una "rebelión interna" con apoyo civil de la población
siria.
Lo que se planificó y comenzó a ejecutarse en Siria, desde hace 16
meses, fue una operación terrorista en alta escala planificada y organizada
internacionalmente como "liberación de Siria" por el eje
EEUU-UE-Israel-Liga Árabe (controlada por Arabia Saudita y las monarquías del
Golfo Pérsico).
Desde marzo de 2011, Siria fue invadida por grupos de mercenarios
extranjeros, entrenados, financiados y armados por EEUU y las potencias de
la OTAN. Con la complicidad de Turquía y de las monarquías del Golfo
Pérsico.
En este escenario, Siria fue
sometida primero a una "revuelta
popular" digitada desde afuera para derrocar al gobierno, luego a una
"rebelión" armada con toma de ciudades después, y finalmente, como
sucedió en Libia, la alianza imperial planifica una intervención militar
internacional con bombardeos ininterrumpidos y muerte de civiles
inocentes que conduzca al derrocamiento del régimen sirio, aliado de Irán,
Líbano y Gaza.
Simultáneamente, el consorcio USA-UE mantiene un bloqueo
económico y un aislamiento internacional que acrecienta el riesgo de una
"catástrofe humanitaria" para el pueblo sirio que ya permanece sometido a
condiciones extremas por el aislamiento
internacional.
A diferencia de Libia, las fuerzas de mercenarios extranjeros y
desertores del ejército (financiados y armados por EEUU, la UE y las monarquías
del Golfo) no tomaron territorios o zonas, sino que se concentraron en
operaciones de infiltración y acciones de guerrilla urbana actuando entre la
población civil, para exponerla al fuego represivo del ejército sirio.
Las operaciones terroristas de desestabilización incluyeron
atentados contra fuerzas del régimen y contra blancos civiles para luego
responsabilizar a las Fuerzas Armadas y al gobierno sirio de las masacres de
niños y mujeres.
Hasta el intento fracasado de la toma de Alepo y Damasco, y a
diferencia del ejército de Kadafi, el ejército sirio no luchaba contra grupos
que buscaban establecerse como "gobierno libre" en distintas posiciones
conquistadas, sino contra grupos operativos que ejecutan operaciones de
guerrilla relámpago en escenarios móviles e infiltrados entre la población
civil. El objetivo central no era tomar ciudades, sino generar terror, caos e
"incertidumbre".
Y este efecto lo fueron consiguiendo a través de la difusión nivelada
de la prensa internacional cómplice que viene presentando a Siria sumida en "el
caos, la violencia y el descontrol". A diferencia de Libia, los "rebeldes"
nunca pudieron establecer un gobierno paralelo en Siria. Ni mantuvieron
controles territoriales zonales, con apoyo de la población civil.
En Siria nunca hubo un "ejército sirio libre" luchando una guerra
convencional contra un ejército oficial, sino grupos operativos armados
irregulares orientados a preparar el derrocamiento interno del gobierno
sirio mediante una operación militar en alta escala lanzada por la OTAN
como justificativo para parar "el baño de sangre y la matanza de civiles", como
ya sucedió en Libia.
Como escenario central, la estructura mediática sionista
internacional siempre presentó a Siria sumida en un "repliegue del ejercito
sirio", ante el avance del "ejercito rebelde", y con el régimen de
Bashar al-Assad reprimiendo a civiles para mantener el
control.
Como elemento de presión psicológica terrorista, la prensa
internacional siempre mantuvo latente la amenaza de las "armas químicas"
contra la población, o el estallido de una "guerra civil" como producto
del caos y el descontrol del ejercito oficial.
Lo cierto, es que el ejército sirio, uno de los más poderosos y mejor
equipados de Medio Oriente, y pesar del atrincheramiento de los grupos
mercenarios en Damasco y en Alepo, siempre mantuvo el control total, y sus
operaciones en general nunca se dirigieron a combatir a otro ejército invasor,
sino a reprimir los distintos focos de sublevación que fueron realizando
los grupos mercenarios en distintos frentes y puntos en Siria.
El fracaso
En realidad (y a diferencia de Libia donde ocupaban territorios), los
grupos mercenarios extranjeros siempre estuvieron enmarcados en una "operación
terrorista en alta escala" para desestabilizar y debilitar al gobierno, y
preparar las condiciones y el argumento para una intervención militar de la
OTAN.
Siria es una pieza central en el plan estratégico de aislamiento
de Irán y la caída del gobierno de
Bashar al-Assad dejaría a Teherán sin su
aliado clave y abriría la compuerta para una ataque del eje EEUU-Israel a sus
centrales nucleares.
Como dicen algunos analistas perspicaces, Washington y el Pentágono
aprendieron. Y resolvieron no pagar nunca más el costo político y financiero
de las ocupaciones militares.
Irak y Afganistán bastaron. Billones de dólares de costo al Tesoro,
deterioro de la "imagen" internacional del Imperio locomotora, deslegitimación
interna y externa de las guerras militares de conquista, le enseñaron al
Pentágono y a sus estrategas que lo mejor es hacer la "guerra por otras
vías", sin desgastarse ni pagar costos políticos y financieros.
Y como en toda empresa capitalista (el Pentágono es empresa
capitalista por vías militares) el Imperio USA decidió delegar "funciones y
misiones" manejando la estrategia y los objetivos detrás del cortinado y sin
exponerse.
Y surgió la idea (potenciada masivamente por la tecnología
informática y los móviles celulares) de aplicar en terreno la estrategia
de las "revueltas populares" y las "revoluciones árabes" para debilitar y
derrocar a las "tiranías" del "eje del mal" (léase gobiernos de naciones
petroleras que no trazan buena sintonía con el eje imperial USA-UE-Israel) sin
ocupación militar territorial.
Como primer objetivo, y luego de infiltrarse en territorio sirio a
través de las "protestas populares" (manipuladas desde Internet y los
celulares y por la prensa internacional alimentada por "fuentes" de la CIA y el
Mossad) los grupos mercenarios comenzaron a preparar la "condena
internacional" y el aislamiento del régimen sirio.
Para ello, se infiltraron y comenzaron a operar en zonas
residenciales altamente pobladas para obligar al ejército a reprimir con
efectos colaterales de muertes de civiles como consecuencia del fuego
cruzado.
Como segundo paso, el objetivo consistió en mostrar al gobierno
sirio "tambaleando en el caos y el descontrol". Mientras hechos
de acciones tácticas (atentados, y acciones de guerrilla móvil contra
instituciones oficiales) fueron mostrados como "ofensivas totales" en
distintos escenarios claves, como Damasco y Alepo, donde incursiones y
posicionamientos defensivos en distintos barrios son mostrados como parte de un
ataque sincronizado para derrocar al gobierno sirio.
Como tercer objetivo, las operaciones terroristas coordinadas por
oficiales de las fuerzas especiales de EEUU, Israel y Reino Unido buscaron crear
una cabecera de puente para una invasión terrestre desde la frontera con Turquía
y el establecimiento de un "gobierno sirio libre" que legitimara la ayuda
internacional y posibilitara la proyección de la ocupación a todo el territorio
sirio.
En un cuarto objetivo principal, las operaciones terroristas con
matanzas diarias de civiles por el fuego cruzado intentaron crear el escenario
internacional y el justificativo para una acción aérea ("operación
humanitaria") decisiva de la OTAN que diera cobertura y apoyo decisivo a los
grupos mercenarios para derrocar al gobierno de Asad.
Pero a diferencia de lo ocurrido en Libia, la operación mercenaria
fue haciendo agua y fracasando en todos los frentes.
Tres factores centrales incidieron para que esto sucediera. A) El
apoyo decidido del eje Rusia-China-Irán al gobierno sirio, B) El
poderío y la acción estratégica del ejército sirio que realizó maniobras
concéntricas de aislamiento y exterminio de los grupos terroristas posicionados
en los barrios (bombardeos y ataques "quirúrgicos") , C) La falta de apoyo de
la población siria (sobre todo en Damasco y Alepo) que le quitó
sustentabilidad en terreno a las fuerzas mercenarias.
Y aunque seguramente ahora el plan y los objetivos del eje
USA-UE-Israel-Liga Árabe buscará nuevas vías de concreción y financiamiento
internacional, su pilar estratégico para ocupar Siria con una operación
terrorista-mercenaria en alta escala fracasó y se derrumbó en Damasco y en
Alepo.
Viejo Condor
IAR Noticias (SIC)