El pasado 15 de abril el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la agencia espacial del país, la NASA, podría estar enviando astronautas a orbitar el planeta Marte para mediados del 2030.
Este anuncio y los recientes experimentos realizados en Europa han hecho que la atención en el mundo espacial se centre en el planeta rojo.
Pero ¿cuáles son los desafíos que hay que vencer antes de llegar allí?
Este jueves comenzó un simulacro en el que seis astronautas se sometieron por voluntad propia a pasar 520 días aislados del mundo recreando las condiciones de vida en el planeta rojo.
Los seis astronautas pasarán más de un año y medio en las instalaciones creadas para la ocasión en la que tratarán de abordar el reto psicológico de pasar tanto tiempo aislados del ruido, convivir con los demás y tener mucho tiempo libre.
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Durante el simulacro, los tripulantes experimentarán las mismas condiciones que si estuvieran viajando a Marte, con agua y comida dosificada, y comunicaciones limitadas.
Pero las condiciones psicólogicas, aunque duras, no son las únicas a las que un astronauta debe enfrentarse en un vuelo tan largo aún nunca realizado.
Los expertos auguran que costará al menos 25 años, que se reducen a 15 en las previsiones más optimistas, antes de que seamos capaces de viajar a Marte.
BBC Mundo se pregunta cuáles son los desafíos técnicos y humanos que han de vencerse antes de llegar hasta el planeta vecino.
1. Duración de la misión
Uno de lo mayores retos actuales a la hora de mandar a un equipo a Marte lo constituye la larguísima duración del trayecto.
LAS GRANDES INCÓGNITAS
- ¿Cómo afectará al ser humano las exposición a la radiación que es común en Marte?
- ¿Cómo podremos reducir todo lo que necesita en dos años para que pueda ser transportado?
- ¿Será el ser humano capaz de aguantar tanto tiempo aislado del mundo en un ambiente distinto y convivir con sus compañeros?
- ¿De dónde sacaremos el dinero?
Con la tecnología que se dispone en la actualidad se podría construir una nave que enviase un hombre a Marte en un espacio de 240 días en el trayecto y otros 240 días de vuelta. Pero todavía necesitamos añadir el tiempo que la misión ha de permanecer en el planeta rojo para llevar a cabo todos los experimentos que le han sido asignados.
Se calcula que una misión a Marte podría tener entre dos y tres años de duración.
El récord al período más largo que alguien ha pasado en el espacio lo tiene Valeri Poliakov, quién permaneció en la estación espacial MIR por algo más de 14 meses.
Al bajar de la nave y volver a la gravedad, Poliakov no estaba en condiciones de caminar por sí solo. Sus músculos se habían debilitado y su cuerpo había mutado para adaptarse a un nuevo ambiente.
Desconocemos los efectos de la falta de gravedad en el cuerpo humano en un período de tiempo tan extenso.
2. Desafíos de espacio
Mandar a un equipo de personas a un lugar durante dos años significa que han de llevar consigo todo el material que necesitan.
Esto incluye desde la comida, hasta el oxígeno que respiran, la ropa que van a utilizar, o los elementos con los que realizar sus experimentos.
Y supone que el tamaño de la nave espacial ha de ser gigante y alimentar el combustible suficiente para hacerla llegar hasta allí, mantenerse y volver es todo un desafío.
La gran cantidad de equipamiento necesario para sobrevivir durante dos años, aún incluso reducido al mínimo, hace inviable la técnica utilizada en otras misiones, como por ejemplo en el Apollo, donde se tomó todo el material necesario pero se iba lanzando al espacio el resto una vez utilizado.
Pero en el caso de la misión a Marte el material necesitado sería de tal tamaño que no es viable actualmente conseguir una nave que pueda llevar tanta carga tan lejos, porque técnicamente se requeríria más combustible del que se puede almacenar.
"Necesitamos oxígeno, CO2, y almacenar todo eso. Lo más importante sería conseguir que se pudiera reutilizar una parte del material, reciclar el agua y el aire. Ya se hace de alguna forma en la Estación Espacial Internacional pero necesitaremos mejorar este aspecto para reducir la necesidad de material que tenemos que trasladar", explica Christer Fuglesang, jefe del departamento de Ciencia y Aplicaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA en sus siglas en inglés)
3. Desafíos técnicos
Aterrizar en las rugosidades del planeta rojo es uno de los retos más grandes a los que se enfrentan los ingenieros. Pero no el único.
Serían necesarias un nuevo tipo de naves que pudieran enviar a los astronautas hasta tan lejos, unas que hayan llegado donde ningún otro vehículo se ha aventurado antes, pero también deberían ser máquinas capaces de realizar millones de kilómetros sin estropearse, y sin tener la posibilidad de un rescate en caso de que algo falle.
La esperanza para salvar esta gran dificultad sería el desarrollo de naves que fueran capaces de recorrer la distancia que separa la Tierra y Marte en menos de un mes y medio, algo en lo que ya se trabaja.
4. Efectos en la salud
Si se tiene en cuenta que todas las agencias espaciales dicen poner la seguridad y el bienestar de su tripulación por delante, éste quizá sea uno de los retos más importantes que vencer a la hora de llegar más allá de la Luna.
El cuerpo humano no está acostumbrado a vivir sin gravedad. La falta de gravedad aplica sus leyes igualitarias, en el espacio 10, 100 o 1000 kilos pesan exactamente lo mismo: nada.
Pasar tres meses en el espacio equivale a pasar tres meses en la cama. Las consecuencias se pagan caras: pérdida de masa ósea y muscular, disminución de las funciones sensomotrices, como el equilibrio, reducción de la capacidad aérobica o incluso, en el caso de misiones de larga duración, el debilitamiento del sistema inmunológico, puesto que el organismo no se encuentra expuesto a los virus y bacterias de la Tierra y se relaja en su actividad.
Todo esto genera incógnitas sobre el efecto de un viaje a Marte en el cuerpo humano y dudas sobre el hecho de que sea factible.
5. La atmósfera de Marte
No conocemos el ambiente de Marte, ni los elementos químicos que abundan allí. Pero sabemos que el tipo de radiaciones que tienen lugar en la atmósfera marciana y en el espacio probablemente no sea muy beneficioso para la salud humana.
Los efectos de la gran cantidad de protones de alta energía y partículas subatómicas energéticas en la salud humana son una gran incertidumbre.
Los expertos desconocen por completo el riesgo de exponerse a esta atmósfera, pero lo más complicado es que no resulta ético desde el punto de vista humano, exponer a personas a este tipo de radiaciones, que podrían ser más dañinas que las de una bomba atómica.
Mientras no se despeje esta incógnita no habrá vuelo a Marte.
"Estamos realizando experimentos en aceleradores de partículas con muestras biológicas, pero nuestro enfoque es muy conservador. Hasta que no sepamos seguro cómo estas radiaciones espaciales afectan a los humanos no podremos ir a Marte, pero esperamos que de aquí a 25 años seamos capaces de encontrar esta respuesta", afirma Fuglesang.
6. El dinero
Quizá el mayor de los escollos por salvar, en esta coyuntura económica en la que nos encontramos, todo el mundo se pregunta de dónde van a salir los presupuestos millonarios que una misión así necesita.
Viejo Condor
BBC Mundo (SIC)
Patricia Luna