Acepta financiar la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo salvo en China
Lo bueno que tienen los políticos estadounidenses es que se les entiende todo. El enviado especial de Obama para el Cambio Climátcio, Todd Stern, no es una excepción. Este miércoles, recién aterrizado en Copenhague para la Cumbre del Clima -a la que llegó antes que sus homólogos europeos a los que puso en evidencia- dejó clara su postura: "EE UU no firmará Kioto ni nada que sea lo mismo pero con otro nombre". Sin embargo, añadió que buscan "el acuerdo más fuerte posible" y que están dispuestos a financiar la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo: "Podría haber inversiones para adaptación en países pobres y en bosques. No veo dinero público de EE UU destinado a China. Intentamos dirigir nuestro dinero público a países más pobres. China tiene una economía emergente y grandes fondos". EE UU ve a China como su próximo gran competidor y no piensa financiarlo.
Stern admitió que EE UU es el gran responsable del calentamiento global en términos históricos (ha emitido desde 1890 tres veces más que China) -"no hay duda de que EE UU tiene la emisión histórica mayor", señaló-, pero negó que fueran a pedir perdón: "Durante 200 años la gente no sabía que el CO2 causaba este problema. Rechazo categóricamente la sensación de culpa o de que tenga que haber una reparación. El país en el que las emisiones crecen dramáticamente es China. En 2030 van a ser un 80% superiores a las de EE UU. No puedes ni siquiera pensar en controlar este problema sin China. Tienen una economía tremendamente pujante aunque están lejos de nosotros. Pero las emisiones son las emisiones. Sólo hay que mirar el mapa".
Stern prometió "dinero real" de EE UU "dentro de la ecuación" de la solución a la cumbre de Copenhague y afirmó que su intención inicial era conseguir un acuerdo vinculante pero que fue el primer ministro danés el que rebajó la expectativa a un acuerdo político al verlo muy lejos. El representante de Obama también aseguró que la reducción del 17% en 2020 respecto a 2005 que trae la Casa Blanca a Copenhague puede ampliarse: "El objetivo de EE UU puede elevarse más allá del 17% basado en sistemas de conservación de bosques internacionalmente. No lo contamos porque esta legislación está en proceso en el Senado y no me gusta prometer cosas que no están en mi mano. Pero cuando estén aprobadas las presentaremos a la Convención".
Las palabras de Stern supusieron un cambio en un día marcado por la filtración de un borrador danés el día anterior en el que los países se comprometen a que las emisiones mundiales toquen techo en 2020. El texto fue rechazado categóricamente por los países en desarrollo.
El portavoz de los países en desarrollo, el sudanés Lumumba Stanislaus Kaw Di Aping, arremetió contra el borrador del Acuerdo de Copenhague preparado por la presidencia danesa. "El primer ministro danés está desesperado pero no debería confundir su carrera política con un acuerdo a cualquier precio. Debe haber un punto intermedio entre la voluntad de los países ricos y los pobres", señaló el portavoz del G77 más China, que representa a los países en desarrollo. Éstos denunciaron que el borrador está diseñado por y para los países ricos y acusaron a Dinamarca de ponerse del lado de los países desarrollados en vez de buscar puntos de acuerdo entre los bloques: "Los países desarrollados tienen una responsabilidad histórica por haber dañado la atmósfera durante los últimos 200 años".
El embajador sudanés ante la ONU, con su tono pausado para enfatizar las ideas, criticó hasta el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados respecto a la era preindustrial: "Los dos grados centígrados es devastador para África. Déjenme que lea la siguiente frase del cuarto informe del IPCC: 'Las cuatro regiones de África y en todas las temporadas la temperatura aumentará entre tres y cuatro grados, aproximadamente 1,5 veces la respuesta global a la temperatura. Con dos grados eliges que África tiene que aceptar una subida de 3,5 grados. Además no hay base científica para los dos grados centígrados".
El secretario de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, restó importancia al borrador y sostuvo que "es algo que no existe" y que "no ha estado sobre la mesa de manera formal". De Boer aseguró en una breve comparecencia ante la prensa que "un grupo de países considera que ese borrador no está equilibrado. La gente lo ve como un documento que no quiere que sea la base de la negociación".
Viejo Condor
El Pais com (SIC)