Moscú y La Habana acaban de acordar la reapertura de la base radioelectrónica de Lourdes, cerca de la capital cubana, que Rusia dejó de usar en 2001, revela Kommersant.
Moscú y La Habana acaban de acordar la reapertura de la base radioelectrónica de Lourdes, cerca de la capital cubana, que Rusia dejó de usar en 2001. Trece años después, el Gobierno ruso consideró necesario recuperar el centro que, situado a tan solo 250 kilómetros de la costa de EEUU, permitía en la época soviética controlar radio y telecomunicaciones en gran parte del territorio norteamericano, revela Kommersant.
Según fuentes del Gobierno ruso que cita el diario, las negociaciones sobre el centro se iniciaron hace años y se intensificaron a principios de 2014, cuando militares rusos mantuvieron varias reuniones con sus colegas cubanos.
El acuerdo definitivo fue sellado el pasado viernes durante la visita a Cuba del presidente ruso, Vladímir Putin, quien también anunció el perdón del 90% de la deuda cubana.
“Lo único que puedo decir es ¡por fin!”, comentó un interlocutor del diario. Otra de las fuentes indicó que la decisión de recuperar la base de Lourdes, el mayor centro de espionaje radioelectrónico de la URSS fuera del territorio nacional, se debió tanto a una mayor capacidad financiera de la Rusia moderna, como al distanciamiento con EEUU.
Por el momento, no se desvela la cifra de la inversión que Rusia deberá realizar para reequipar y volver a poner en marcha el centro de Lourdes. Pero se sabe la base ya no se necesitará tanto personal, entre 1.500 y 3.000 personas, como antaño, agracias a las tecnologías modernas de intercepción de señales.
“El regreso a Lourdes está más que justificado hoy”, destaca el experto militar y coronel retirado, Víctor Murajovski.
Argumenta que “la capacidad de la flotilla satelital rusa de inteligencia radioelectrónica e intercepción de señales es muy reducida”, mientras que el centro de Lourdes, por su proximidad física a EEUU, permitirá a los militares rusos prácticamente prescindir de los satélites.
“Lourdes hacía transparente para la URSS todo el hemisferio occidental”, subraya a su vez el general Viacheslav Trúbnikov, exjefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia.
Según el experto, la pérdida de la base, operada por Moscú entre 1967 y 2001 y a la que, según Fidel Castro, correspondía el 75% de toda la información de inteligencia sobre EEUU, afectó el “conocimiento de los procesos que ocurren en esa parte del mundo”.
“Para una Rusia que defiende hoy su derecho y lugar legítimo en la comunidad internacional, sería igual de valioso que en su día lo fue para la URSS”, sostiene el general.
Sputnik Mundo (SIC)
Lea más en http://mundo.sputniknews.com/prensa/20140716/160817460.html#ixzz3Rdd3hG4x