jueves, 20 de febrero de 2014

Medallero olimpico de Sochi

Medallero olímpico de Sochi 2014

Submarinos de la Flota del mar Negro reforzarán la escuadra rusa en el Mediterráneo

Submarino del proyecto 636
Rusia reforzará su escuadra en el este del Mediterráneo con submarinos diésel eléctricos del proyecto 636.3 que a partir del próximo año se irán incorporando a la Flota del mar Negro, comunicó hoy el comandante de la Armada rusa, Víctor Chirkov.
“El grupo operativo de la Armada en el Mediterráneo, si relacionamos su futuro a los submarinos del proyecto 636.3 que reforzarán próximamente la Flota del mar Negro, va a incrementar el potencial en grado notable y, en lo que respecta al carácter de las misiones que cumple, será absolutamente autosuficiente”, declaró Chirkov a la prensa.
Recordó que Rusia emplazó en el Mediterráneo oriental 12 buques de guerra y auxiliares, en particular, el crucero lanzamisiles de propulsión nuclear Pedro el Grande y el portaavionesAlmirante Kuznetsov.
La función de esta escuadra, según el almirante, es “prevenir cualquier amenaza a las fronteras y a la seguridad” de Rusia.  “La práctica universal es mantener la flota donde haya intereses nacionales”, agregó.
Buques de la escuadra rusa en el Mediterráneo, junto con marineros de China y otros países, contribuyen a garantizar la seguridad de los convoyes navales que transportan armas químicas desde Siria.
La Flota del mar Negro debe recibir seis submarinos del proyecto 636.3 para 2016. El primero, Novorossiysk, fue botado en los astilleros de San Petersburgo a finales de noviembre pasado y entrará al servicio en 2015
Los submarinos diésel eléctricos del proyecto 636 Varshavianka, o Improved Kilo en la clasificación de la OTAN, desplazan 3.100 toneladas. Su velocidad alcanza 20 nudos, y la profundidad de inmersión, 300 metros. La tripulación consta de 52 personas. El armamento incluye 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm y minas.
Militares de OTAN pusieron a este modelo la etiqueta de “agujero negro” por lo difícil que resulta descubrirlos. Los submarinos del proyecto 636.3 son capaces de detectar un blanco a distancias tres o hasta cuatro veces superiores a las que necesitan los sumergibles análogos de otros países.

Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)

Inversionistas extranjeros interesados en puerto cubano de Mariel

Inversionistas de Europa, Asia y Latinoamérica han manifestado su interés por montar negocios en lo que será la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), un área franca que se proyecta alrededor de un puerto de aguas profundas, ubicado unos 45 kilómetros al este de La Habana, la capital de Cuba.
La Oficina Reguladora de la Zona Especial de la ZEDM, una entidad bajo jurisdicción directa del Consejo de Ministros y que se encarga de administrar esa área, tramitar las solicitudes y conducir el proyecto de desarrollo, recibió 72 solicitudes directas de inversión, de las que 35 ya están encaminadas, 17 se encuentran en proceso de análisis, y las otras 20 fueron desechadas.
Hasta el momento, las principales propuestas vienen de España, Italia, Rusia, Brasil y China, en tanto que, por regiones, Europa ha mostrado el mayor interés con un 54 por ciento, seguido de Latinoamérica (29 por ciento) y Asia (17 por ciento), informó Ana Teresa Igarza, directora de la Oficina.
Las peticiones de inversión se concentran hasta ahora en los sectores de la industria ligera, envases y embalajes, química y sideromecánica, materiales de construcción, logística y farmacéutica.
A fines de enero, y como parte de las actividades colaterales de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente cubano Raúl Castro y su colega brasileña Dilma Rousseff inauguraron la primera etapa de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, con la apertura del primer muelle de 700 metros, y de una Terminal de contenedores con capacidad para más de un millón de esos envases.
La bahía dragada permitirá la entrada de barcos de gran calado, que podrán circular por el Atlántico cuando termine la modernización del Canal de Panamá, en 2015.
El área incluye un enclave industrial para el cual Cuba está invitando a empresas extranjeras a invertir, y está llamada a convertirse en un importante polo de la inversión extranjera y, al mismo tiempo, en un polígono de experimentación de modernas tecnologías, formas y métodos de gestión empresarial, según dijo el presidente cubano Raúl Castro.
Lo que se hace en Mariel, primera zona especial de desarrollo de la isla, forma parte del proceso de actualización del modelo económico que impulsa el gobierno como parte de un programa aprobado por el Partido Comunista de Cuba.
Cuba espera también que Mariel se convierta en un punto importante para el comercio en la región, por lo que la Zona Especial de Desarrollo de Mariel es muy similar a las que impulsaron el desarrollo económico de China a finales de los años 70.
Con una extensión de 465,4 kilómetros cuadrados, la zona económica es ejecutada por el grupo brasileño Odebrecht a través de su subsidiaria independiente Compañía de Obras en Infraestructura (COI), con una inversión de unos 900 millones de dólares, financiada en un 80 por ciento por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.
El financiamiento del enclave, considerado como una plataforma comercial decisiva si Estados Unidos levanta el bloqueo a la isla, se compone de un crédito dividido en cuatro pagos.
En una segunda etapa de las obras, para la que la presidenta brasileña ya anunció un crédito de 290 millones de dólares, el muelle se extenderá hasta los 2.400 metros, y el patio de contenedores tendrá 128 hectáreas.
Además, el 1 de julio próximo deberá completarse la línea ferroviaria que unirá a Mariel con todas las provincias cubanas, lo que sin dudas hará más eficientes las operaciones al reducir los gastos de transportación que ahora sólo se puede hacer por vía automotor.
Poco a poco, el puerto de La Habana, que durante cinco siglos ha concentrado la carga marítima de la isla, transferirá sus funciones comerciales a Mariel, y quedará reservado a cruceros y otras naves de turismo.
El principal problema de la rada habanera es la poca profundidad de sus aguas, algo que Mariel, con sus casi 20 metros de calado, supera con holgura, lo que permitirá recibir a los gigantescos barcos Postpamanax capaces de cargar unos 12.500 contenedores, los que podrán atravesar el Canal de Panamá después de que concluya su ampliación en 2015.
La ampliación del puerto de Mariel, la más importante inversión extranjera en marcha en la isla, se inició en 2010.

Viejo Condor

CRI (SIC)

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