La Oficina Reguladora de la Zona Especial de la ZEDM, una entidad bajo jurisdicción directa del Consejo de Ministros y que se encarga de administrar esa área, tramitar las solicitudes y conducir el proyecto de desarrollo, recibió 72 solicitudes directas de inversión, de las que 35 ya están encaminadas, 17 se encuentran en proceso de análisis, y las otras 20 fueron desechadas.
Hasta el momento, las principales propuestas vienen de España, Italia, Rusia, Brasil y China, en tanto que, por regiones, Europa ha mostrado el mayor interés con un 54 por ciento, seguido de Latinoamérica (29 por ciento) y Asia (17 por ciento), informó Ana Teresa Igarza, directora de la Oficina.
Las peticiones de inversión se concentran hasta ahora en los sectores de la industria ligera, envases y embalajes, química y sideromecánica, materiales de construcción, logística y farmacéutica.
A fines de enero, y como parte de las actividades colaterales de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente cubano Raúl Castro y su colega brasileña Dilma Rousseff inauguraron la primera etapa de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, con la apertura del primer muelle de 700 metros, y de una Terminal de contenedores con capacidad para más de un millón de esos envases.
La bahía dragada permitirá la entrada de barcos de gran calado, que podrán circular por el Atlántico cuando termine la modernización del Canal de Panamá, en 2015.
El área incluye un enclave industrial para el cual Cuba está invitando a empresas extranjeras a invertir, y está llamada a convertirse en un importante polo de la inversión extranjera y, al mismo tiempo, en un polígono de experimentación de modernas tecnologías, formas y métodos de gestión empresarial, según dijo el presidente cubano Raúl Castro.
Lo que se hace en Mariel, primera zona especial de desarrollo de la isla, forma parte del proceso de actualización del modelo económico que impulsa el gobierno como parte de un programa aprobado por el Partido Comunista de Cuba.
Cuba espera también que Mariel se convierta en un punto importante para el comercio en la región, por lo que la Zona Especial de Desarrollo de Mariel es muy similar a las que impulsaron el desarrollo económico de China a finales de los años 70.
Con una extensión de 465,4 kilómetros cuadrados, la zona económica es ejecutada por el grupo brasileño Odebrecht a través de su subsidiaria independiente Compañía de Obras en Infraestructura (COI), con una inversión de unos 900 millones de dólares, financiada en un 80 por ciento por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.
El financiamiento del enclave, considerado como una plataforma comercial decisiva si Estados Unidos levanta el bloqueo a la isla, se compone de un crédito dividido en cuatro pagos.
En una segunda etapa de las obras, para la que la presidenta brasileña ya anunció un crédito de 290 millones de dólares, el muelle se extenderá hasta los 2.400 metros, y el patio de contenedores tendrá 128 hectáreas.
Además, el 1 de julio próximo deberá completarse la línea ferroviaria que unirá a Mariel con todas las provincias cubanas, lo que sin dudas hará más eficientes las operaciones al reducir los gastos de transportación que ahora sólo se puede hacer por vía automotor.
Poco a poco, el puerto de La Habana, que durante cinco siglos ha concentrado la carga marítima de la isla, transferirá sus funciones comerciales a Mariel, y quedará reservado a cruceros y otras naves de turismo.
El principal problema de la rada habanera es la poca profundidad de sus aguas, algo que Mariel, con sus casi 20 metros de calado, supera con holgura, lo que permitirá recibir a los gigantescos barcos Postpamanax capaces de cargar unos 12.500 contenedores, los que podrán atravesar el Canal de Panamá después de que concluya su ampliación en 2015.
La ampliación del puerto de Mariel, la más importante inversión extranjera en marcha en la isla, se inició en 2010.
Viejo Condor
CRI (SIC)
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