Lo hizo el vocero de la cancillería, a raíz de la protesta de nuestro país a la designación de Ahmad Vahidi como ministro de Defensa. El nuevo funcionario está buscado desde 2007 por Interpol por su presunta participación en el ataque a la AMIA.
"Las posiciones adoptadas por los responsables argentinos tienen como objetivo evidente inmiscuirse en los asuntos internos de la República Islámica y condenamos firmemente estas acciones ilegales", señaló el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores Hassan Ghashghavi, citado por la agencia oficial Irna.
La posición de Argentina es el resultado de "presiones, sobornos y de propaganda por parte de lobbys sionistas", estimó Ghashghavi, quien añadió que se trataba de un "insulto a la inteligencia del pueblo argentino".
El vocero enfatizó que la justicia de Buenos Aires no estuvo en condiciones de "probar o presentar ni siquiera un documento legal a un tribunal para condenar a las autoridades diplomáticas o militares iraníes".
La cancillería argentina había considerado el viernes que la designación de Vahidi constituía una "afrenta" a Buenos Aires y a las víctimas del atentado contra la AMIA.
El gobierno de la presidenta Cristina Fernández manifestó su "más enérgica condena" a la designación y advirtió que "su nominación para ocupar un cargo ministerial en Irán ha sido recibida con grave preocupación".
Buenos Aires reclamó al gobierno de la República Islámica, en el mismo documento, "cooperar de manera plena con la Justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes".
El sábado, el viceministro de Relaciones Exteriores israelí, Dani Ayalon, manifestó que la designación de Vahidi "demuestra que el gobierno de los ayatolás de Teherán es un gobierno de terroristas, que debe ser frenado".
Viejo Condor
Clarin (SIC)
Lo hizo el vocero de la cancillería, a raíz de la protesta de nuestro país a la designación de Ahmad Vahidi como ministro de Defensa. El nuevo funcionario está buscado desde 2007 por Interpol por su presunta participación en el ataque a la AMIA.
"Las posiciones adoptadas por los responsables argentinos tienen como objetivo evidente inmiscuirse en los asuntos internos de la República Islámica y condenamos firmemente estas acciones ilegales", señaló el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores Hassan Ghashghavi, citado por la agencia oficial Irna.
La posición de Argentina es el resultado de "presiones, sobornos y de propaganda por parte de lobbys sionistas", estimó Ghashghavi, quien añadió que se trataba de un "insulto a la inteligencia del pueblo argentino".
El vocero enfatizó que la justicia de Buenos Aires no estuvo en condiciones de "probar o presentar ni siquiera un documento legal a un tribunal para condenar a las autoridades diplomáticas o militares iraníes".
La cancillería argentina había considerado el viernes que la designación de Vahidi constituía una "afrenta" a Buenos Aires y a las víctimas del atentado contra la AMIA.
El gobierno de la presidenta Cristina Fernández manifestó su "más enérgica condena" a la designación y advirtió que "su nominación para ocupar un cargo ministerial en Irán ha sido recibida con grave preocupación".
Buenos Aires reclamó al gobierno de la República Islámica, en el mismo documento, "cooperar de manera plena con la Justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes".
El sábado, el viceministro de Relaciones Exteriores israelí, Dani Ayalon, manifestó que la designación de Vahidi "demuestra que el gobierno de los ayatolás de Teherán es un gobierno de terroristas, que debe ser frenado".