Legisladores iraníes recomiendan a Teherán reducir el nivel de relaciones con Gran Bretaña, a la que acusan de injerencia en los asuntos internos, según la prensa iraní.
Kazem Jalali, portavoz de la comisión parlamentaria de seguridad y política exterior, afirmó en una entrevista televisiva que “Irán no perdería nada rebajando el nivel de su cooperación con Gran Bretaña”, y que “es el precio mínimo que Londres debería pagar por oponerse al pueblo iraní”.
El diputado comentó así la crítica del embajador británico en Irán, Simon Gass, quien denunció la semana pasada numerosos arrestos de disidentes iraníes, acusó a Teherán de “privar a la nación de libertades fundamentales” y constató que Gran Bretaña e Irán “discrepan radicalmente en su visión de los derechos humanos”.
Esas declaraciones, publicadas en la web de la embajada británica en Teherán, le valieron al diplomático una convocatoria a la sede del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores. Varios legisladores locales exigieron que Gass sea expulsado del país y que Irán rompa relaciones con Gran Bretaña.
La comisión de seguridad y política exterior decidirá sobre el futuro de esas relaciones el próximo domingo, en función de los resultados de una votación que habrá en el Parlamento, dijo Jalali.
La tensión entre Londres y Teherán persiste desde hace tiempo debido a las discrepancias acerca del programa nuclear iraní y experimentó una escalada después de que Irán implicó a los servicios secretos británicos en un atentado que costó la vida al físico nuclear Mayid Shahriari, a finales de noviembre pasado.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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