El presidente ruso, Dmitri Medvédev, revisó personalmente el control de seguridad en un aeropuerto y una estación ferroviaria de Moscú, acompañado por el Ministro del Interior y el jefe del Servicio Federal de Seguridad. Sus impresiones no fueron las mejores.
Este viernes, 11 de febrero, Medvédev personalmente pasó el control de seguridad de la entrada general del aeropuerto capitalino “Vnúkovo” y quedó satisfecho. En su opinión, el número de arcos detectores de metal es suficiente y aparentemente nadie podría evitarlos para entrar en el edificio.
Sin embargo, consideró que había pocos policías y recomendó aumentar su número para optimizar su labor. En general, Medvédev quedó contento con la situación en el aeropuerto a diferencia de la estación ferroviaria “Kievski” de Moscú que había visitado el día anterior.
Al arribar a la estación ferroviaria sin previo aviso, el líder ruso no vio policías a la entrada ni en la sala de espera. Tampoco encontró arcos detectores de metales a pesar de las justificaciones de los dirigentes de la estación que afirmaban disponer de suficientes agentes de seguridad y cámaras de vigilancia.
Medvédev dio un plazo de tres días para corregir las fallas en la estación y subrayó que la seguridad en el transporte ferroviario es igual de importante que en los aeropuertos o el metro. A finales de enero, el presidente había entrado al Metropolitano de Moscú con el mismo objetivo, revisar el nivel de seguridad.
El tema de la seguridad volvió a ser el principal después del último acto terrorista en el aeropuerto Domodédovo de Moscú, a causa del cual murieron 36 personas. Uno de los primeros cambios en el sistema de seguridad ha sido la nueva escala de amenaza terrorista.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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