Las recientes renuncias de altos funcionarios de la Casa Blanca han dado mucho de qué hablar en Washington y han generado especulaciones de posibles convulsiones en la administración del presidente Barack Obama.
Figuras claves del equipo político, económico y de seguridad nacional del presidente han decidido salir de Washington en momentos en que ha bajado la popularidad de Obama en las encuestas y en vísperas de las elecciones legislativas de mitad de término, donde ya no se habla de si perderán los demócratas, sino de por cuántos escaños.
La cadena de renuncias incluye la salida del jefe de gabinete de la Casa Blanca Rahm Emanuel, el Consejero para la Seguridad Nacional, James Jones, el jefe de Presupuesto, Peter Orszag, el director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair y el principal asesor económico de la administración, Larry Summers.
Con la renuncia del jefe de gabinete de la Casa Blanca Rahm Emanuel, Obama perdió a uno de sus asesores políticos más importantes, en particular para negociar su agenda con el Congreso.
clicLea: Se va Rahm Emanuel, el "Rambo" del gabinete de Obama
Emanuel, quien ahora se lanza para la alcaldía de Chicago, fue clave en lograr que el Congreso votara la nueva ley de la salud y el paquete de estímulo económico. Ambas medidas generaron una batalla campal entre demócratas y republicanos y sólo se aprobaron tras una intensa negociación y por un margen mínimo de votos.
Emanuel, conocido como el "Rambo" de la Casa Blanca, manejaba su agenda de forma implacable y se hizo famoso en Washington por su uso de vulgaridades, su temperamento explosivo y por una cena en que tras referirse a un enemigo político clavó su cuchillo en la mesa delante de los presentes.
"Patología política"
Pero además de Emanuel, también se va el asesor de la Casa Blanca, David Axelrod, quien de forma mucho menos extravagante ha sido uno de los consejeros políticos más cercanos a Obama y fue el arquitecto de la histórica maquinaria de campaña que lo llevó a la presidencia.
Axelrod, quien sigue por ahora en su cargo, anunció que también regresará a Chicago el año que viene, y parece salir de la Casa Blanca desilusionado por la ferocidad política de una capital sacudida por las contiendas partidistas.
"A veces me frustra la patología de Washington. Quién va ganando, quién va perdiendo, todo se ve pensando en la última encuesta y la próxima elección", dijo Axelrod en una entrevista interactiva moderada por la revista Político y Google.
"Estamos en un momento crítico en la historia del país y no deberíamos reducir todo a un juego político", agregó Axelrod.
El equipo económico de Obama también ha sufrido bajas. Además de Orszag y Summers, renunció Christina Romer, directora del Consejo de Asesores Económicos, y circulan rumores acerca de una posible salida del Secretario del Tesoro, Tim Geithner, cada vez que sale un nuevo informe acerca de la gravedad de la crisis económica del país.
La directiva militar no ha sido ajena a estos cambios, y en momentos que el país está involucrado en dos guerras que acaparan un alto porcentaje del presupuesto nacional, también aporta su cuota de renuncias.
La salida del Consejero para la Seguridad Nacional, James Jones, quien tenía que mediar los conflictos entre la Casa Blanca y el Pentágono acerca de la estrategia para Afganistán, ha puesto a relucir las diferencias entre el comando militar y los civiles que por ley, tienen potestad sobre las fuerzas armadas.
El secretario de Defensa, Robert Gates, también anunció recientemente que dejará su cargo el próximo año. Gates llegó a su actual cargo en reemplazo de Donald Rumsfeld, secretario de Defensa bajo la presidencia de George W. Bush.
El ciclo de las renuncias
Pero aunque en los medios de comunicación abundan las especulaciones acerca del significado de esta "estampida" de renuncias, algunos analistas opinan que es simplemente parte de un ciclo que se repite para cada presidente.
"No está pasando nada inusual con la administración Obama. Después de dos años para algunos el simple agotamiento de un trabajo que te demanda las 24 horas siete días a la semana, causa sus estragos", explicó Stephen Hess, quien fue asesor de los ex presidentes Gerald Ford y Jimmy Carter.
No está pasando nada inusual con la administración Obama. Después de dos años para algunos el simple agotamiento de un trabajo que te demanda las 24 horas siete días a la semana, causa sus estragos.
Stephen Hess, ex-asesor de los presidentes Gerald Ford y Jimmy Carter
"Otros se dan cuenta que no son los indicados para el cargo asignado, o les salen oportunidades mejores, como en el caso de Rahm Emanuel que siempre ha soñado con ser alcalde de Chicago", agregó Hess, quien vivió de primera mano las tensiones de trabajar en la Casa Blanca bajo cuatro presidentes.
Según Hess, profesor universitario y analista experto del Brookings Institute, más que las renuncias, es interesante ver a quién ha escogido Obama para reemplazar a los que se van. En este caso, la nueva fase del gobierno de Obama indica que no hay grandes cambios en su agenda, explicó Hess a BBC Mundo.
"Lo que está claro es que el presidente valora la continuidad y la lealtad", indicó Hess, ya que en la mayoría de los casos los puestos vacantes han pasado a manos de los que estaban de segundos en la jerarquía y sin mayor controversia.
Hess explicó que esta no será la única ronda de renuncias para esta administración y que el próximo ciclo será cerca del final de la presidencia, cuando los altos funcionarios calculan su salida en vista de la posibilidad de un nuevo presidente como jefe.
Y en estos casos el timing es crucial.
"La clave es renunciar con bastante anticipación para no parecer que se está abandonado un barco que se hunde, o si se renuncia a última hora entoces hay que unirse a la campaña de reelección del presidente", para acallar las especulaciones que les encantan a los círculos políticos de Washington.
Viejo Condor
BBC Mundo (SIC)
Rebeca Logan
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