Ya dejó de ser un secreto a voces. China ha confirmado el mes pasado estar construyendo su primer portaaviones.
Así lo ha confirmado Chen Bingde, jefe de la junta de generales del Ejército Popular de Liberación (EPL), en una entrevista publicada el 7/06 en el Diario Comercial de Hong Kong. Chen ha asegurado que el barco “está siendo construido, pero no ha sido completado”, y ha declinado decir cuándo será puesto en marcha. No ocurrió, como algunos pensaban, el pasado 1/07 en ocasión del 90º aniversario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh).
El Varyag como fue adquirido a Ucrania.
Reciclaje: El navío, de 300 metros de eslora, es una remodelación de uno inicialmente destinado a la armada soviética, pero que nunca fue finalizado, debido al desplome de la Unión Soviética en 1991. China compró el buque, entonces llamado Varyag, a Ucrania en 1998. El barco militar, que está anclado en el puerto de Dalian (provincia nororiental de Liaoning), será utilizado para entrenamiento y como modelo para el desarrollo de un futuro portaaviones de diseño íntegramente chino, según han afirmado expertos militares del país asiático.
Beijing está modernizando en paralelo sus destructores y fragatas para aumentar el alcance y la potencia de su armada.
“Todas las grandes naciones en el mundo poseen portaaviones. Son símbolos de una gran nación”, asegura Qi Jianguo, ayudante del jefe de la junta de generales, en el diario. Qi dice que Beijing no tiene intención de enviar el barco a aguas de otros países, en línea con lo que denomina su estrategia militar de carácter únicamente defensivo.
Pero la llegada del primer portaaviones chino -enmarcada en el proceso de modernización que tiene en marcha el Ejército desde hace años- añadirá, seguramente, un nuevo motivo de inquietud en USA, que teme por su papel dominante en el Pacífico, y los países vecinos de China, con quienes mantiene algunas disputas territoriales marítimas.
Beijing reclama derechos de explotación de recursos minerales alrededor de los archipiélagos Spratly y Paracel en mar del Sur de China, y defiende que los barcos de las armadas extranjeras no pueden navegar por la zona sin su permiso. Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei y Taiwan tienen igualmente reivindicaciones en esta región, que incluye una importante ruta naviera y se cree que alberga importantes reservas de gas y petróleo vírgenes. China y Japón también están enfrentados por las islas Senkaku (llamadas Diaoyu por Pekín), en el mar de China oriental.
Beijing anunció el pasado marzo un incremento del 12,7% de su presupuesto de defensa para este año respecto a 2010, ejercicio en el que creció un 7,5%. Afirma que su gasto militar representa alrededor del 1,4% del PIB (producto interior bruto), mientras el de USA es de alrededor del 4%, y los de India, Reino Unido o Francia, más del 2%.
Beijing, obviamente, declama su vocación pacífica.
Volviendo al portaviones, Chen se negó a dar más detalles sobre la construcción y el progreso de la nave comprado a Ucrania en 1998, por US$ 200 millones. Desde entonces, ha habido una serie de noticias sobre su existencia y progreso.
El barco se está construyendo en la zona noreste del puerto de Dalian y se piensa ahora que estará listo para pruebas a fines de este año. Aunque en un principio se ha marcado el mes de agosto como límite para comenzar las maniobras en aguas abiertas, desde el ámbito militar se ha avisado de la fecha “no es exacta ya que se deben tener en cuenta muchos factores internos y externos”.
El portaaviones Varyag, uno de las últimos portentos militares de la URSS, llevaba 6 años varado en un astillero ucraniano cuando el Gobierno de Kiev lo subastó. El navío estaba al 60%: entre otras cosas, faltaba parte del sistema eléctrico. Las fotos muestran un mastodonte herrumbroso y oxidado. Hasta que, en abril de 1998, una empresa de Hong Kong apareció con 20 millones de dólares y una idea extravagante: convertir el trasto en el primer casino flotante de Macao. Nadie sospechó nada.
Trece años después, el gigante asiático va a fletar el primer portaaviones de su Armada. Se trata precisamente del Varyag, rebautizado con el nombre de “Shi Lang” y decorado con los colores del Ejército del Pueblo. Esta semana, altos oficiales comunistas admitieron lo que llevaba años siendo un secreto a gritos. El buque, de 300 metros de eslora, lleva años preparándose en los astilleros de Dalian, al noreste de Beijing, donde ha sido dotado con sensores defensivos y armas de combate.
Las autoridades vetaron el acceso al muelle, sin conseguir evitar que aparezcan fotografías de la cubierta en internet. Hay quien justifica a los oficiales recordando que, con sus 300 metros de eslora y sus 67.500 toneladas, no era precisamente sencillo ocultarlo.
Hasta el momento solo se conocían las fotos del Varyag como este fue adquirido por Beijing… pero empiezan a circular otras que darían cuenta del producto terminado. ¿Serán verdaderas?
Viejo Condor
Enseñanzas Nauticas (sic)