Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y Sudán se enrocan contra el pacto y bloquean la entrada en vigor de la financiación inmediata para los países pobres - Hugo Chávez y Evo Morales anunciaron esta mañana que se opondrían a cualquier texto por cómo fue negociado
El plenario de la Cumbre del Clima se prolonga desde las tres de la mañana y a las 10 de hoy sólo cinco de los 193 países presentes en la conferencia se oponen a adoptar el acuerdo pactado entre 28 jefes de Estado y de Gobierno de países de todos los bloques que llegaron a un leve acuerdo. Pero como para darle efectividad plena Naciones Unidas exige consenso, el texto sigue pendiente de aporbación. El bloque bolivariano acepta integrarlo como una nota informativa pero, según la UE, eso impediría aplicar la finanaciación prevista para 2010. El pleno está suspendido a la búsqueda de una solución.
Cuando después de horas de estéril debate parecía que el pacto se incorporaría como nota alternativa al acuerdo, el ministro británico de Cambio Climático, Ed Miliband, pidió que fuera una decisión vinculante. Sólo cinco países, entre ellos Venezuela, Boilivia, Cuba, NIcaragua y Sudán, se opusieron. Los presidentes de Venezuela y Bolivia ya anunciaron antes de conocer el texto que votarían en contra. La representante de Venezuela aseguró que no iban a "vender su voto por 30.000 millones de dólares", la cantidad fijada como fondo para los países pobres durante los próximos tres años. Sudán, un país que participó en la elaboración del texto, también criticó el acuerdo, pero fue desacreditado por la inmensa mayoría de países africanos.
Quien no pidió la palabra fue China, cuyo primer ministro, Wen Jiabao, fraguó el acuerdo con Obama. Sin embargo, no lo defendió en el pleno y sus delegados llegaron a aplaudir las intervenciones críticas con el texto.
A efectos prácticos, la rebaja del texto tiene el principal inconveniente de que será difícil poner en marcha los 10.000 milloens de dólares anualaes a partir de 2010 que acordaron 30 jefes de Estado (inlcuyendo la UE como uno de ellos) que suman más del el 90% de las emisiones no dependía de la forma que tuviera. "Si lo quieren, bien.
Pero en este acuerdo está todo el que emite. Si el pleno no lo acepta seguirá adelante", declaró antes de la reunión uno de los delegados de los países firmantes, como EEUU, la UE, China, Rusia, México, Noruega, Japón, Canadá, Brasil, Sudáfrica, Sudán, Leshoto, Etiopía... Muchos de estos países, como Leshoto, Etiopía, Maldivas o Granada estaban en representación de grupos más amplios de países.
Miliband pidió convertirlo en una decisión de la convención, lo que le daba más valor. "Tenemos dos caminos: o asumir este texto imperfecto pero preparado con buena fe o romper esta convención", en relación a que si la reunión de Naciones Unidas rechazaba ese texto los países que lo habían acordado seguirían adelante por su cuenta y esto acabaría con la convención que desde 1992 bajo Naciones Unidas organiza la lucha contra el cambio climático.
Cuando el primer ministro danés Lars Okke Rasmussen, preguntó quién se oponía solo cuatro países pidieron la palabra, según afirmó el presidente. Venezuela, Bolivia y Cuba criticaron que el proceso de selección de los países había sido poco democrático. Lo curioso es que el delegado de Bolivia, cuya capital está a más de 3.000 metros, insistía en que lo hacía para proteger a los pequelos estados isla, que sí aceptaron el texto.
Tuvalu consideró que la forma en la que se gestó el texto, "es una falta de respeto a los procesos de la Convención. Otros países tienen más respeto por los procesos democráticos", en alusión a EEUU pro finalmente se sumó al consenso, según fuentes del pleno, cerrado a la prensa y ONG
Así, el eterno pleno se convitió en una ristra de intervenciones a favor del acuerdo para evidenciar la soledad de los países que se oponen al texto. Países en desarrollo como Maldivas pidieron a Venezuela y Bolivia que permitieran que entrara en vigor el acuerdo.
A las 9.00 el plenario se suspendió para consultar a los servicios jurídicos de Naciones Unidas. Los delegados criticaban la incapacidad de Rasmussen para sacar adelante un texto con tanto apoyo, por falta de cintura para convencer a los díscolos y de firmeza para imponerse a ellos.
Viejo Condor
El Pais com (SIC)
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