Nezavisimaya Gazeta
Los círculos empresariales de Alemania rechazan la imposición de sanciones sectoriales a Rusia, una idea que cobra cada vez más fuerza en la Unión Europa y que cuenta ahora también con el respaldo de la canciller Angela Merkel. En la guerra económica con Rusia no habría ganadores, advierten, según recoge Nezavisimaya Gazeta.
Hasta hace poco, Alemania, junto con otros países como Francia o Italia, se mostraba reticente a endurecer las restricciones contra Moscú. Sin embargo, el pasado miércoles el viceportavoz de Merkel anunció que la canciller se suma a los partidarios de una acción más contundente, debido a que Rusia “no ha mostrado interés alguno en una investigación exhaustiva del siniestro del avión malasio, ni en la estabilización de Ucrania”.
De esta forma, el Gobierno germano se ha decantado por la vía de sanciones, desoyendo las advertencias del mundo de los negocios de que esas medidas también entrañan importantes riesgos para la economía nacional, comenta el diario ruso.
“En la guerra económica contra Rusia habrá solo perdedores”, alerta, en particular, Mario Ohoven, presidente de la Unión Federal de Empresas Medianas de Alemania. “El embargo o algo parecido contra Rusia golpeará muchas de nuestras empresas medianas”, agrega, al precisar que uno de cada cuatro exportadores se vería afectado por esas medidas.
Por su parte, el Comité Oriental de Economía Alemana, que representa 6.200 empresas germanas que trabajan con Rusia, indica que las sanciones generarán la desconfianza de los inversores y empujarán a Rusia a dar la espalda a Occidente, al tiempo que perjudicarán la coyuntura de la economía europea.
La ampliación de las represalias, dice el titular del Comité, Ekchard Cordes, “solo subiría el precio que todos tendremos que pagar por este conflicto”.
En opinión de Martin Wansleben, quien dirige la Unión Federal de las Cámaras de Comercio e Industria (DIHK, por sus siglas en alemán), las sanciones no son “un buen medio para dar solución al conflicto político en Ucrania” y además ya han tenido “una repercusión importante en las relaciones ruso-alemanas”.
Según previsiones de la DIHK, las exportaciones germanas a Rusia, que dan trabajo a unos 300.000 alemanes, podrían caer este año en 4.000 millones de euros.
Deutsche Bank calcula que a raíz de la recesión de la economía rusa que provocarían las sanciones, el PIB alemán perdería un 0,5%, lo que a su vez impactaría en el conjunto de la economía europea, dado el peso que tiene en ella Alemania.
“Las sanciones no tienen sentido. Aquellos que las apoyan, no comprenden del todo las consecuencias que tendrán para la economía”, comentan por su parte los alemanes de a pie.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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