El gobernador de la provincia ucraniana de Dniepropetrovsk, Ígor Kolomoiski, desafió el embargo de Kiev a las exportaciones militares a Rusia al firmar un memorándum con Yuzhmash que permite al fabricante de misiles balísticos mantener los vínculos comerciales con Moscú, escribe hoy Nezavisimaya Gazeta.
De esta forma, Kolomoiski, un oligarca conocido por su apoyo al Maidán y al ultranacionalista Pravy Sektor, garantizó el mantenimiento de los misiles balísticos intercontinentales RS-20V Voevoda (Satanás según la denominación de la OTAN) que en su día desarrolló la empresa de Dniepropetrovsk y que hoy constituyen un elemento importante de las fuerzas nucleares de Rusia, destaca el diario.
En el memorándum, el Gobierno de la provincia de Dniepropetrovsk se compromete a “defender y garantizar los intereses de Yuzhmash en todos los niveles de la administración pública, proporcionarle apoyo en la búsqueda de posibles inversores en Ucrania y en el extranjero, y favorecer la promoción de sus productos en el mercado internacional”.
Es más, las autoridades regionales asumen también la resolución de cuestiones políticas que afecten a la empresa, y prometen facilitar la creación de una “zona industrial no politizada” por la empresa.
Para garantizar su “estatus no politizado”, Yuzhmash “recibirá ayuda para impedir el acceso no autorizado a sus instalaciones, con la participación de cuerpos armados locales si es necesario”.
Y es que la planta de Dniepropetrovsk aporta ingresos a las arcas de la región gracias a sus exportaciones al país vecino, recuerda Nezavisimaya Gazeta. Romper los vínculos con los clientes rusos supondría una ruina total para la empresa y miles de obreros en paro para la provincia.
De ahí que, en un intento por mantener una relativa estabilidad en su territorio, el gobernador Kolomoiski haya optado por desafiar a Kiev y cooperar con Moscú, resume el rotativo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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