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Los ingenieros rusos han creado un sistema que permite a los aviones no pilotados evadir los obstáculos.
Los especialistas del Buró de Proyectos Luch instalaron en las
naves voladoras la visión técnica, que sustituye los ojos del piloto y permite
orientarse en el espacio. Este sistema no tiene análogos en el mundo, según
afirman los especialistas.
Los aviones no pilotados “videntes” tienen la capacidad de ver no
solo los obstáculos grandes, sino advertir los pequeños, determinar el grado de
peligro que representan para el aparato volador (AV). Los aviones han adquirido
esta capacidad gracias a equipos electrónicos únicos, proyectados por Luch,
expresó a La Voz de Rusia el segundo jefe de Proyecto de la empresa,
Evgueni Andrievski:
—Ubicamos estos equipos a bordo de los aparatos voladores y
éstos nos abren nuevas posibilidades, de las que no disponíamos hasta el momento
en ningún otro AV, equipado con servicios tradicionales. Se trata de vuelos a
alturas extremadamente bajas, vuelos en zonas de edificios altos y en zonas de
geografía accidentada, donde no hay informaciones cartográficas confiables o un
error de coordenadas puede conducir a la pérdida del aparato volador.
Como nos contó nuestro interlocutor, en la actualidad este sistema
de “visión técnica” ha sido instalado a bordo de la nave no pilotada Vozdujoplávatel(Aeronauta), desarrollado por
los proyectistas de Luch. Sin embargo, este ingenio puede ser instalado en otros
AV. El equipo consiste en una pequeña caja con circuitos electrónicos, una
cámara fotográfica o un sensor infrarrojo o de radiolocalización, cuya
información es transmitida a un procesador especializado en el procesamiento de
información visual, según nos comenta el especialista:
—A ese mismo procesador llegan
los datos del sistema de navegación del AV. Todo esto es procesado a escala
temporal real y a su vez es transmitido por un canal dedicado al control remoto
del operador. Y a este corresponde decidir cuál es la maniobra de evasión, o
dejar que la nave reaccione automáticamente, en dependencia del régimen de
funcionamiento elegido por el operador.
El Buró de Proyectos subraya que este diseño no tiene análogos en
el mundo. “Estamos al tanto del estado de los desarrollos en ese sentido, y no
puedo decir que sea aplicado en algún otro aparato”, señaló Evgueni
Andriévski.
La nave voladora no pilotada Vozdujoplávatel fue creada por encargo de una
agencia de la ley. En el marco del trabajo de proyecto y fabricación, los
especialistas del Buró de Proyectos realizaron el aparato, la catapulta, el
control remoto terrestre, una cámara fotográfica hidroestabilizada en miniatura,
que pesa apenas quinientos gramos. El tiempo máximo de vuelo de esta nave no
pilotada es de dos horas, con un radio de acción de treinta kilómetros. Puede
convertirse en un apoyo valioso para diversos servicios donde son necesarias
naves no pilotadas, comenta Evgueni Andriévski:
—Se trata de situaciones de
emergencia, cuando no hay tiempo para la obtención de mapas electrónicos de la
zona o si no existen mapas confiables. Porque, como es conocido, las
informaciones cartográficas envejecen rápidamente. O puede usarse para misiones
del ministerio del interior, para realizar vuelos sobre las ciudades con alta
densidad de construcciones. Por ejemplo, en Moscú, San Petersburgo, y otras
ciudades grandes, estos edificios no siempre aparecen en los mapas.
Los aviones no pilotados son robots, afirma el especialista, y
necesitan sensores que les permitan cumplir sus misiones. Según él, este sistema
ya superó las pruebas previas con éxito y ahora pasará las definitivas,
previstas antes de fin de año. Luego, según informa el Buró de Proyectos Luch,
“el sistema obtendrá la recomendación para su explotación”.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)
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