jueves, 6 de octubre de 2011

Rusia y China desafian a Occidente en Consejo de Seguridad por Siria

Rusia y China se opusieron a sus socios occidentales en el Consejo de Seguridad de la ONU dejando claro que no aceptan cambiar al actual régimen de Bashar Asad en Siria mediante intervención extranjera, por analogía con lo que sucedió en Libia, escribe hoy el diario Moskovskie Novosti.

China y Rusia vetaron el borrador de una resolución que amenazaba a Siria con sanciones internacionales, si en el plazo de 30 días no pone fin a la represión de protestas antigubernamentales que sacuden el país desde marzo pasado y en el transcurso de las cuales ya murieron unas 2.700 personas, según la estimación de la ONU.

El documento, presentado por cuatro países europeos (Francia, Gran Bretaña, Alemania y Portugal) y avalado por EEUU, obtuvo en el Consejo de Seguridad nueve votos a favor, dos en contra y cuatro abstenciones (Brasil, India, Líbano y Sudáfrica). La resolución habría sido aprobada, si no fuera por el doble veto de Moscú y Pekín, el primero que impusieron conjuntamente desde que en julio de 2008 rechazaron la propuesta de sanciones contra el régimen de Robert Mugabe en Zimbabue.

El representante permanente de Rusia ante Naciones Unidas, Vitali Churkin, afirmó que el anteproyecto se basaba en “la filosofía de la confrontación” y contenía “acusaciones unilaterales” contra el régimen de Bashar Asad, a pesar de que la continua violencia también es culpa de “bandas armadas que reciben armas de contrabando”.

El embajador ruso llamó a opositores sirios a “desmarcarse de los extremistas y entablar diálogo con el Gobierno”. No descartó el peligro de “un conflicto a gran escala y desestabilización regional” e incluso “desintegración de Siria como resultado de una guerra civil”.

La representante de EEUU ante la ONU, Susan Rice, atribuyó el doble veto de China y Rusia al deseo de seguir vendiendo armas al régimen de Bashar Asad. Calificó de “bofetada al pueblo de Siria” esa defensa de “dictadores desesperados y crueles”.

El canciller británico William Hague dijo que el veto de China y Rusia es “un error grave y deplorable”. Su homólogo francés Alain Juppé calificó la votación en el Consejo de Seguridad como “día de tristeza” para el pueblo sirio, y el primer ministro turco Recep Erdogan afirmó que el veto no frenará a Turquía y otros países, incluidos los de la UE, en la intención de aplicar sanciones contra Damasco.

Ankara ya introdujo un embargo de armas en relación con Damasco, además de auspiciar foros de opositores sirios en territorio turco. Así, los principales grupos de la oposición siria anunciaron el pasado 2 de octubre desde Estambul la creación del llamado Consejo Nacional.

Rusia prefiere mantener contactos con opositores que no descartan diálogo con el Gobierno de Bashar Asad. Funcionarios de la cancillería rusa podrían recibir este octubre en Moscú a una delegación de liberales sirios que estará encabezada por el famoso filósofo Tayyib Tizini e incluirá a otros personajes de renombre, entre ellos, el economista Aref Dalila, el escritor Michel Kilo y el comunista Qadri Jamil.

El portavoz de Exteriores, Alexandr Lukashévich, admitió al mismo tiempo que en octubre también se espera la llegada de otra delegación, de “representantes opositores que han anunciado la creación de un tal Consejo Nacional”.

La embajada siria en Rusia comunicó, entretanto, que la próxima semana arribará a Moscú el ministro de Finanzas Mohammad al Jlelati, quien planea entrevistarse con el subjefe del Gobierno ruso Alexandr Jloponin, copresidente de la comisión mixta de cooperación. Actualmente se encuentran en la capital rusa varios funcionarios sirios que procuran fomentar vínculos entre Damasco y la unión aduanera de Bielorrusia, Kazajstán y Rusia. También hay planes de celebrar en Rusia Jornadas de Cultura Siria.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)


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