Reino Unido debe luchar contra las bandas callejeras y hacer frente al inminente “colapso moral” de la sociedad, declaró hoy el primer ministro británico, David Cameron, al definir las nuevas prioridades de su gabinete tras los recientes disturbios en varias ciudades del país.
“Una lucha seria e integral contra las bandas y su cultura no es una cuestión ajena. Es el gran mal que se ha propagado a las calles y regiones de todo el país. Desmantelar estas bandas debe ser una prioridad nacional”, aseveró el jefe del Ejecutivo británico al ofrecer un discurso en el condado de Oxfordshire.
La víspera, Cameron ya anunció los planes de su Gobierno de declarar tolerancia cero con la violencia callejera, endureciendo las políticas contra con los implicados en disturbios y saqueos. Estas nuevas políticas prevén penas más duras incluso para delitos menores que sirvan como advertencia a las bandas callejeras.
En una entrevista con varios medios nacionales, el primer ministro británico también afirmó estar decidido a cambiar la sociedad británica, idea que desarrolló este lunes pidiendo unidad a los británicos para evitar el derrumbe completo del sistema común de valores.
“Durante demasiado tiempo, no quisimos hablar sobre lo que está bien y está mal. Durante demasiado tiempo, evitamos hablar sobre temas importantes, desde el matrimonio hasta el bienestar de todos y la cultura común”, lamentó.
Según Cameron, los desórdenes fueron el momento de la verdad para la sociedad británica que afronta problemas como la irresponsabilidad, el egoísmo, la falta de conciencia sobre las consecuencias de acciones de cada uno, los niños sin padres y los colegios sin disciplina.
Por su parte, Ed Miliband, líder del opositor Partido Laborista, acusó a Cameron de que no conoce los verdaderos problemas y habla sólo de grupos aislados en vez de admitir el ambiente total de irresponsabilidad.
“¿Y los banqueros que mueven millones arriesgando los ahorros de la gente? También son avariciosos, egocéntricos y inmorales”, argumentó.
Los disturbios, que estallaron el pasado 6 de agosto en el norte de Londres y afectaron a otras ciudades británicas, costaron la vida a cinco personas y causaron destrozos a numerosas casas y comercios.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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