La bomba que causó el pasado lunes 35 muertos y más de 120 heridos en el mayor aeropuerto de Rusia, Domodédovo, tenía no solamente metralla sino también pequeños fragmentos de granito y guijarros, algo inusual en la práctica de atentados terroristas en territorio ruso, informó hoy Rossiyskaya Gazeta.
Semejantes bombas jamás se usaron en Rusia hasta la fecha. De confirmarse el dato, será un argumento a favor de la llamada “pista foránea”, una de las numerosas versiones que los instructores barajan a raíz del atentado, señala el periódico.
El uso de artefactos explosivos cargados de partículas de roca es una práctica ampliamente extendida entre extremistas palestinos, según el diario. Esos fragmentos se esparcen como metralla durante la explosión pero es más difícil extraerlos de los cuerpos de heridos. Y si son la única carga de un cinturón de explosivos, el terrorista puede pasar sin problemas por un detector de metales.
Andrei Przhezdomski, portavoz del Comité Nacional Antiterrorista, dijo ayer que “la pista extranjera es una de varias hipótesis y, mientras dura la investigación, sería incorrecto afirmar que alguna de ellas prevalece sobre las demás”.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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