Minsk, 31 de agosto, RIA Novosti. Dos pilotos bielorrusos cuyo avión se estrelló el pasado domingo durante un programa de acrobacia aérea en la ciudad polaca de Radom habrían podido catapultarse y sobrevivir pero prefirieron no hacerlo para salvar otras vidas humanas, escribe hoy la prensa local.
"Rehusaron catapultarse para desviar el avión de la localidad y evitar consecuencias más graves a costa de su propia vida", afirmó Viacheslav Remenchuk, portavoz del Ministerio de Defensa de Bielorrusia.
Se trata de Alexander Morfitski, subjefe del Comando Oeste del Ejército de Aire y las Tropas de Defensa Antiaérea de Bielorrusia, y Alexander Zhuravlévich, subjefe de la base aérea 61. Ambos oficiales, con grado de coronel, participaban en una exhibición aérea que se celebra tradicionalmente en Radom, en el este de Polonia.
Su avión - un caza interceptor Su-27 - empezó a perder altura repentinamente cuando estaba ejecutando una figura acrobática, según las conjeturas preliminares, por la entrada de un pájaro en un motor, aunque la conclusión definitiva la deberá sacar una comisión especial formada por el Ministerio de Defensa de Bielorrusia.
El avión se estrelló a las 11.17 GMT del pasado domingo. Algunos testigos oculares dicen que "avanzaba a una altura muy baja, por encima de un bosque y cayó a unos cien metros de varios edificios residenciales". Si los pilotos hubiesen optado por catapultarse, la máquina habría caído con toda seguridad sobre las viviendas.
Alrededor de 200.000 personas suelen visitar la exhibición aérea de Radom organizada este año por undécima vez con la asistencia de invitados de más de 20 países.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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