Washington baraja la posibilidad de renunciar a la instalación de sistemas de defensa antimisil (DAM) en la Europa del Este. Sería un paso al encuentro de Moscú que critica en términos enérgicos el plan de la anterior Administración de EEUU que prevé el emplazamiento de un radar en la República Checa y una base de diez misiles interceptores en Polonia, escriben hoy los diarios Izvestia y Nezavisimaya Gazeta.
Es probable que el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, debatan este asunto en septiembre próximo, al darse cita en Nueva York para la inauguración del nuevo período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
El general James Cartwright, vicejefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, recordó la semana pasada que Washington se empeña en analizar la conveniencia financiera de los planes relacionados con el escudo antimisil, así como tomar en consideración la postura de Moscú con respecto al despliegue de sistemas DAM en la Europa del Este.
Cartwright hizo esta declaración en Huntsville, Alabama, tras una reunión en la que altos cargos militares y reputados expertos estadounidenses examinaron diversas soluciones en materia DAM, entre ellas, la de no instalar elementos antimisiles en Polonia y/o República Checa. Como alternativa, expertos recomendaron construir radares y rampas de lanzamiento en Turquía o en los Balcanes, paralelamente al despliegue terrestre de misiles Aegis SM-3 que suelen emplazarse en barcos.
Víctor Yesin, ex jefe de las tropas rusas de misiles estratégicas, opina que esta decisión contribuiría a eliminar una parte de los recelos que tiene Moscú. "Los sistemas SM3 sirven para abatir misiles de mediano y corto alcance. Estos interceptores no podrían, en teoría, neutralizar el lanzamiento de misiles intercontinentales desde Rusia", dijo.
Las palabras de Cartwright provocaron mucho menor entusiasmo en la Europa Oriental. Slavomir Derbski, director del Instituto de relaciones internacionales de Varsovia, constató que "al equipo de Obama, si se le comprara con la anterior Administración de George W. Bush, le interesan en mayor grado Rusia y China que la Europa del Este".
Para calmar a sus aliados en el este de Europa, Washington subrayó que no desiste del compromiso de defenderles contra la amenaza de misiles iraníes. Sin embargo, los países de la Europa del Este siguen convencidos de que su seguridad se ve amenazada por Rusia, no Irán.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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