El presidente búlgaro, Rosen Plevneliev, declaró que su país apoya la construcción del gasoducto South Stream pero solo a condición de que cumpla con las normas fijadas por la Comisión Europea, informó el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Previamente, el ministro de Economía y Energía de Bulgaria, Vasil Shtonov, ordenó al Holding Energético búlgaro suspender las obras de construcción del South Stream.
"Queremos tener el South Stream, pero como miembro de la UE Bulgaria no permitirá que el gasoducto se construya violando la ley europea", dijo el presidente.
La construcción del South Stream comenzó en la costa rusa del mar Negro el 7 de diciembre de 2012. El gasoducto tendrá cuatro líneas, con una capacidad total de 63.000 millones de metros cúbicos al año, que se alcanzará en 2018.
El proyecto permitirá al grupo gasista ruso Gazprom diversificar las rutas de exportaciones a Europa, en particular, reducir la dependencia del tránsito a través de Ucrania.
La Comisión Europea intenta bloquear la construcción del South Stream, argumentando que el proyecto no cumple "la norma del tercer paquete energético" que prohíbe a las compañías gasísticas poseer gasoductos en la UE.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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