El gobierno de Brasil y en concreto la presidenta, Dilma Rousseff, apoyará la llamada "Ley General de Religiones" con el objetivo de frenar el avance de la candidata del PSB en las generales del próximo 5 de octubre, Marina Silva.
El proyecto de ley, paralizado desde año y medio en el Senado, pretende conceder diversos beneficios a instituciones religiosas entre los cuales destacan notables beneficios tributarios.
El apoyo de Dilma al proyecto de ley pretende atender a las demandas de los cada vez más influyente colectivos evangélicos en el país, que en la actualidad ocupan el 23% de los electores en Brasil, y con ello contener la popularidad de Silva entre estos sectores.
La candidata del PSB, Marina Silva, que sustituyó al mando del partido al fallecido Eduardo Campos en una accidente de avión el pasado 13 de agosto, practica la religión evangélica y no ha dudado en lanzar continuos guiños a este sector desde que se incorporó a la campaña.
De ser aprobado, el texto extendería a las iglesias evangélicas y otras denominaciones religiosas los mismos beneficios concedidos por el gobierno brasileño a la Iglesia Católica tras el acuerdo alcanzado por Dilma Rousseff y la Santa Sede en 2008.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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