Las autoridades del gigante asiático ya anunciaron el
emplazamiento de dos bases de drones en la provincia de Liaoning para monitorear
la situación en las aguas costeras.
Los militares han hecho coincidir la instalación de las bases con
el XVIII Congreso del Partido Comunista de China. De cara a este importante
evento político, espectaculares avances tecnológicos adquieren especial
relevancia. Paralelamente, los militares van consolidando sus posiciones en la
jerarquía del Partido Comunista. La puesta en servicio operacional del primer
portaaviones chino y el programa anunciado del primero vuelo a la Luna con el
retorno del aparato espacial a la Tierra no hacen sino confirmar lo arriba
expuesto.
China ya había anunciado su intención de emplazar once bases de
drones hacia 2015. Las primeras dos aparecerán en el noreste de China. El
espacio acuático adyacente es un área de mayor movilización militar no sólo en
Asia, sino en el mundo. Anualmente allí se realizan hasta diez maniobras con la
participación de las fuerzas navales y la aviación de EEUU, Japón y Corea del
Sur. China tampoco se retrasa en este sentido por considera este espacio
acuático zona de su primordial influencia. Ahora les tocará también a los drones
velar por los intereses chinos que recogerán los datos de información sobre las
maniobras militares de los países vecinos, así como coordinarán la actuación de
la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra chinas en los Mares Amarillo y de China
Oriental.
Los drones se encargarán también de monitorear las islas
Diaoyutai, actualmente controladas por Japón, pero que China considera tierras
ancestrales suyas. En el caso de un nuevo conflicto por las islas disputadas,
los vuelos de drones chinos a baja altura serán un argumento de peso.
¿Portarán armas? A este interrogante no hay una respuesta
explícita, aunque es sabido que China desarrolla tanto los drones de
reconocimiento como de ataque, subraya el experto Denis Fedukínov:
–China ha prosperado en copiar
modelos extranjeros de armamento y material, así como soluciones tecnológicas
ideadas en otros países. Es de suponer que pronto los drones chinos cumplirán
misiones de patrullaje a lo largo de la extensa frontera nacional terrestre, la
línea costera y amplios espacios de los mares adyacentes.
Si China de alguna manera aprovechar los adelantos tecnológicos de
Occidente, no podemos descartar que sus drones estén dotados de armamento.
Téngase en cuenta que EEUU e Israel han avanzado mucho en el desarrollo y
dotación de sus drones de novísimos misiles.
Lo más probable es que inicialmente, China utilice sus drones de
gran altura y gran autonomía de vuelo para misiones de reconocimiento y guiado
de sus misiles balísticos antibuque DF-21D.
Los medios chinos los llaman “asesinos de portaaviones”.
Según algunas apreciaciones, en caso de ser desplegados en la base
militar china de Shaguan, cubrirían el 70 % del Mar Amarillo. El restante
espacio controlarían los portaaviones chinos.
China desarrolla y tiene ya incorporados en los arsenales del
Ejército unos treinta drones de diversas versiones que desempeñarán creciente
rol en la modernización de las FF.AA. de China, opina Denis Fedukínov:
–El creciente poder de la Fuerza
Aérea china no puede por menos de preocupar a sus vecinos. Tal vez, esta circunstancia explique en parte la
futura dotación con drones de los Ejércitos de algunos países limítrofes con
China.
Corea del Sur, asistida por EEUU, lleva a vías de hecho su propio
programa de desarrollo de drones, aunque lo considera demasiado costoso. Tampoco
otros países del área permanecerán cruzados de brazos, observando los vuelos de
drones chinos en cercanías de sus fronteras.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)