El embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, declaró que el anteproyecto de la resolución, presentado la víspera en el Consejo de Seguridad, tendrá el efecto contrario al que pretende conseguir.
“No estamos seguros de que (la resolución) establezca un diálogo, ayude a un arreglo político y ponga fin a la violencia en Siria. Y hay riesgos de que esta resolución tenga un efecto contrario”, dijo Churkin a los periodistas la noche del pasado miércoles en Nueva York.
La víspera, Francia y Reino Unido presentaron al Consejo de Seguridad de la ONU el anteproyecto de la resolución que censura a las autoridades sirias por represiones contra manifestantes antigubernamentales.
Por otra parte, fuentes diplomáticas, citadas por agencias occidentales, aseguraron que París y Londres suavizaron las medidas propuestas en el proyecto renovado de la resolución para que ninguno de los miembros del Consejo de Seguridad lo interprete como pretexto a una intervención militar.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, comunicó que el Consejo de Seguridad puede votar la resolución sobre Siria en los próximos días.
Según la agencia France Press, la resolución pide levantar el bloqueo militar a las localidades que se convirtieron en baluartes opositores e introducir embargo a la importación de armamento a Siria.
A su vez, la agencia Reuters reportó que no se trata de embargo, aunque el documento prevé detener suministro de armamento a Siria, asimismo destaca que la situación deber ser arreglada por dentro y por la población misma de Siria.
La agencia Associated Press comunicó que la resolución exige un inmediato alto el fuego, condena violaciones de derechos humanos y pide a Damasco garantizar el acceso de observadores internacionales al territorio sirio, así como realizar reformas políticas y amnistiar a los presos políticos.
Anteriormente, el primer ministro británico, David Cameron, declaró que la resolución exige censurar a los culpables de la represión contra civiles y prevé ayuda humanitaria para la población.
El presidente ruso Dmitri Medvédev señaló en mayo pasado que Moscú no respaldará en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución contra Siria, similar a la impuesta contra Libia.
La resolución del Consejo de Seguridad 1973 aprobada el pasado 17 de marzo prevé la introducción de una zona de exclusión aérea en Libia, lo que permitió a las fuerzas extranjeras intervenir en el conflicto.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, se manifestó en contra de la resolución y destacó que la crisis en Siria debe ser resuelta por las partes interesadas y fuera del Consejo de Seguridad.
Fuentes diplomáticas del Consejo de Seguridad de la ONU, citadas por la agencia Reuters, admitieron que Rusia y China vetarán la resolución. No obstante ciertos expertos afirman que Rusia podrá abstenerse de la votación y China seguirá su ejemplo.
Mientras tanto, EEUU planea apoyar la resolución, según fuentes de la Casa Blanca, citadas por la agencia Associated Press.
Para aprobar la resolución se requieren nueve votos afirmativos de los quince sin que sea vetada por ninguno de los cinco miembros permanentes del organismo (Rusia, EEUU, Reino Unido, Francia, China).
En Siria no cesan protestas populares desde mediados de marzo. Las manifestaciones comenzaron en la ciudad de Deraa y después se extendieron a otras regiones del país.
Los activistas de derechos humanos y la oposición han informado de al menos 1.200 muertos en las jornadas de protestas. El gobierno sirio responsabilizó de la violencia a “bandas armadas” respaldadas por “fuerzas externas”.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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