Un año después del atentado terrorista en el metro de Moscú el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, se encontró con el primer director adjunto del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, Serguéi Smirnov, para tratar los resultados de la investigación de los atentados y de la operación contra los extremistas en el Cáucaso Norte.
Las operaciones especiales realizadas en Ingushetia, república caucásica del sur de Rusia, por las agencias del orden público recibieron una alta valoración del presidente ruso.
“El hecho de que se consiguiera aniquilar una guarida de estos canallas es bueno. Creo que [las agencias del orden público y las fuerzas de seguridad] funcionaron bien en colaboración con varias Agencias del Gobierno y han causado daños significativos [a los extremistas]”, dijo Medvédev.
“Se identificó el círculo de sospechosos de este crimen. Una parte importante de los sospechosos fue eliminada como resultado de las operaciones. Este castigo es absolutamente merecido”, señaló el presidente.
El jefe de Estado ruso confió seguir las operaciones contra los extremistas al Servicio Federal de Seguridad y reiteró que los que no se rinden serán destruidos.
La mayor operación especial tuvo lugar en Ingushetia el 28 de marzo. Como resultado fueron abatidos 17 extremistas y detenidos dos sospechosos del atentado terrorista producido en el aeropuerto moscovita de Domodédovo en enero de 2011.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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