Los subsidios públicos y las inversiones extranjeras permiten a Rusia convertirse en la proveedora de la leche más barata del mundo en el próximo decenio, opina Andrei Danilenko, presidente de la Unión Nacional de Productores Lácteos (Soyuzmoloko).
Les garantizo que en 5-10 años seremos proveedores de la leche más barata del mundo, siempre y cuando haya créditos asequibles, programa de apoyo público a largo plazo y precios estables. Y eso que el sector lácteo aquí recibe asistencia infraestructural desde hace apenas cinco años, mientras que en Europa la ha recibido a lo largo de los últimos 150-200 años”, manifestó Danilenko en una rueda de prensa que tuvo lugar anoche en Moscú.
Recordó que Rusia tiene “baja densidad de la población y vastos territorios que permiten ubicar el ganado en grandes superficies y a una distancia considerable de las localidades, lo cual contribuye a reducir los requisitos ecologistas y los costes”. A ello se suma “proximidad logística a los mercados tan atractivos como Oriente Próximo, Sureste Asiático y Asia Central donde el consumo de productos lácteos crece activamente”, agregó.
El experto considera que el gran potencial de la industria láctea rusa influyó en la decisión de la multinacional estadounidense PepsiCo que planea gastar 5,8 mil millones de dólares en la adquisición de Wimm-Bill-Dann (WBD), la empresa líder de este sector en Rusia.
Danilenko afirmó que la llegada de PepsiCo supone “un incentivo colosal para el avance”, especialmente porque va a realizar inversiones en la base primaria y en la construcción de plantas procesadoras. La compra de WBD es “una herramienta para la conquista del mercado global”, dijo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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