El conjunto arquitectónico del Kremlin de Moscú es el más importante de toda Rusia y cuenta con diversos sistemas de seguridad y control. Entre los guardias que vigilan el recinto hay una patrulla especial de azores que se dedica a cazar cuervos que causan gran daño a la principal joya arquitectónica de Rusia. Sus nombres son Chuk y Alfa; son los azores del Servicio Ornitológico Estatal.
“El servicio fue creado en 1984. Su objetivo principal fue espantar a los cuervos del territorio del Kremlin ya que estos causaban mucho daño a los monumentos históricos que se encuentran aquí”, cuenta un empleado del servicio ornitológico, Alexéi Tiurin.
Los cuervos rayan con sus garras la superficie dorada de las catedrales antiguas, cuyas reparaciones son muy costosas. Además, exterminan a diferentes tipos de aves que viven en este territorio, como por ejemplo los ruiseñores. Para mantener el equilibrio natural y poner fin a las constantes reparaciones, el Kremlin contrató a estos guardias alados.
Mijaíll Ivanov, empleado del servicio ornitológico, dice: “En estas condiciones, o sea, en la ciudad, los cuervos son las presas más predilectas de los azores. Diría que es el regulador natural de estos pájaros. Son muy buenos cazadores, pueden estar horas esperando su presa y luego la atacan de forma muy rápida y brusca”.
A pesar de años de colaboración con la gente, los azores siguen siendo amantes de la libertad y en ocasiones pueden ser muy agresivos. Son bastante frecuentes los casos de traumas que reciben los adiestradores en el proceso de amaestramiento. A veces las aves se apasionan por la caza, salen del territorio y ya no vuelven más. Pero, mientras exista este destacamento alado, en el corazón de Moscú siempre se podrá escuchar el repiqueteo de las campanadas y no el graznido de los cuervos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario