La agencia francesa que investiga la caída del vuelo Air France 447 en el Océano Atlántico sigue sin establecer qué causó la tragedia hace seis meses, pero planteó más dudas sobre los sensores de velocidad del avión.
“Las circunstancias exactas del accidente y sus causas siguen sin ser determinadas”, indicó este jueves un nuevo informe sobre la caída del Airbus 330, que causó 228 muertos en la noche del 31 de mayo al 1 de junio.
Sin embargo, el informe de la Oficina de Investigaciones y Análisis de la aviación francesa (BEA, por sus siglas en francés) advirtió que los sensores de velocidad Pitot pueden dar información errónea a los aviones.
La BEA recomendó a las autoridades aéreas cambiar los criterios para habilitar los sensores de velocidad, así como modificar las cajas negras de los aviones, que registran datos del vuelo.
El avión de Air France se precipitó sobre el Atlántico cuando viajaba entre Río de Janeiro y París con 216 pasajeros y 12 tripulantes a bordo, sin que ninguno haya sobrevivido.
En sus últimos 15 minutos de vuelo, el Airbus 330 envió 24 mensajes automáticos que indicaron incoherencias en las velocidades registradas por sus sensores Pitot.
Sensores dudosos
En su informe de este jueves, el segundo que emite acerca del vuelo AF447, la BEA ratificó las inquietudes de pilotos y expertos sobre la posibilidad de que los sensores Pitot se congelen en la altura.
“Los exámenes destinados a validar las sondas Pitot no parecen adaptados a vuelos de altitud elevada”, advirtió el texto.
En informe indicó que entre noviembre de 2003 y el 1 de junio pasado, Airbus registró 32 casos de congelamiento de sensores de velocidad en sus aviones, casi todos Pitot construidos por el grupo francés Thales.
“Fue una inconsistencia en las mediciones (de velocidad del vuelo AF447) lo que inició la desconexión de varios sistemas de control”, estableció en texto.
Agregó que “el fenómeno de incoherencia en la medición de velocidad fue uno de los elementos de una cadena de acontecimientos que condujo al accidente, pero no puede explicarlo por sí solo”.
Un informe previo de la BEA divulgado en julio había indicado que los sensores de velocidad instalados en el Airbus 330 eran “un elemento, pero no la causa” de la tragedia.
Cambio de “criterios”
Los sensores Pitot habían sido insistentemente cuestionados por expertos de aviación y sindicatos de pilotos, en base a incidentes registrados por Air France con esos aparatos antes de la caída del vuelo Río-París.
Un sindicato de Air France presentó en octubre un informe que señaló que la tragedia del AF447 podría haberse evitado si las autoridades aéreas hubiesen tomado las medidas adecuadas ante esos incidentes previos.
Tras la caída del avión, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), Airbus y la Oficina Estadounidense de Seguridad en el Transporte sugirieron a las aerolíneas reemplazar los sensores Pitot por otro aparato de origen norteamericano
En su informe de este jueves, la BEA recomendó a las autoridades encargadas de la reglamentación aérea que cambien “los criterios de certificación” de las sondas Pitot.
El texto pidió expresamente a la AESA que pruebe “con precisión suficiente” la respuesta de las sondas Pitot cuando se encuentran a una altitud elevada.
Cajas negras
La BEA descartó además que el Airbus 330 haya sufrido “despresurización en vuelo” y, al igual que lo había hecho en julio, indicó que el avión parece haber chocado contra el Atlántico “entero”.
Pero indicó que la ausencia de las cajas negras del avión y de testimonios sobre lo que sucedió en el vuelo representa un obstáculo para determinar las causas de la tragedia.
La oficina francesa recomendó cambios en las cajas negras que llevan los aviones para registrar datos de vuelo, aumentando de 30 a 90días el tiempo que emiten señales para ser localizadas luego de un accidente.
La BEA también sugirió pensar en un monitoreo satelital de los aviones, para contar con información sobre los vuelos en tiempo real, algo que el gobierno francés dijo esta semana que desea implementar.
Nueva búsqueda
Una nueva búsqueda de las cajas negras del vuelo AF447 en las profundidades del Atlántico será lanzada por la BEA a partir de febrero.
La información que pudieron haber registrado las cajas negras es considerada clave para determinar las circunstancias de la tragedia y la importancia que tuvieron en el accidente los sensores de velocidad del avión.
Los investigadores han dicho que las cajas negras podrían estar a una profundidad de hasta 4.600 metros en el Atlántico, dentro de un área de unos 19 mil kilómetros cuadrados fuera de la costa noreste de Brasil.
Dos fases previas de búsqueda de esos aparatos de que registran datos del vuelo han fracasado a pesar de la tecnología de punta empleada, incluidos dos mini submarinos franceses con equipos especiales.
La BEA también ha sido blanco de recientes críticas por parte de familiares de las personas que iban a bordo del vuelo AF447, los cuales se han organizado en distintos grupos.
Una asociación de familiares de cerca de 60 víctimas acusó el miércoles a la agencia investigadora francesa de “falta de comunicación y de transparencia”, y reclamó una “hoja de ruta precisa” sobre la indagatoria.
Viejo Condor
BBC Mundo (SIC)
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