El periódico ruso Tribuna en su edición de hoy recomienda al Kremlin dar por archivada la disputa territorial con Tokio sobre cuatro islas del archipiélago sur de las Kuriles y califica de "agresión" la reciente resolución del Parlamento japonés que las proclama "territorios autóctonos de Japón".
Los legisladores japoneses pretenden revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial, señala el diario al agregar que su postura es en cierto grado comprensible: el estamento político de Japón aspiraba a obtener su parte de dividendos a raíz del colapso de la URSS. Pero el reparto terminó hace tiempo y la diplomacia japonesa cometió un error fatal al declinar la oferta de Rusia, dispuesta en su momento a traspasarle dos de las cuatro islas.
La resolución del Parlamento japonés es para Rusia una clara señal de que conviene archivar el contencioso territorial de las Kuriles y proclamar que la sociedad rusa interpreta el reciente paso de Tokio como un intento de revisar los tratados internacionales, los resultados de la Segunda Guerra Mundial y el principio del statu quo, que es fundamental en la política mundial.
La suscripción de un tratado de paz entre Moscú y Tokio, asignatura pendiente desde 1945, es en realidad innecesaria. La paz reemplazó a la guerra con la firma del Acta de capitulación incondicional, por la que Japón, un país agresor durante la Segunda Guerra Mundial, reconoció su derrota. Los intentos de cuestionar los convenios de aquella época equivalen a las aspiraciones revanchistas, subraya Tribuna al recordar que la última confrontación global, con sus decenas de millones de víctimas, era atribuible a los intentos revanchistas de algunos Estados y a la revisión del statu quo resultante de la Primera Guerra Mundial.
Si Moscú mantenía con Tokio negociaciones sobre el problema de las Kuriles, era por la buena voluntad y el deseo de mejorar las relaciones entre ambos países. De lo contrario, habría podido presentar con plenas razones una contrarreclamación: los bancos japoneses todavía guardan el oro que fue sacado de Rusia durante la Primera Guerra Mundial y la contienda civil que siguió a la revolución bolchevique de 1917. Su valor, según las estimaciones más modestas, supera 80 mil millones de dólares.
Viejo Condor
Tribuna (SIC)
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