EEUU, tras rechazar usar los cohetes rusos Soyuz, necesitará mucho tiempo para la creación, certificación y puesta a prueba de cohetes tripulados de fabricación propia, cree Andréi Ionin de la Academia Rusa de Cosmonáutica Tsiolkovski.
"Hay que tener en cuenta que tal proyecto culminaría, en el mejor de los casos, en 2018 o 2020, solo si no hay accidentes", dijo a Nóvosti.
En el programa de vuelos tripulados – agrega Ionin – lo importante es preservar la vida de la tripulación en caso de emergencia; mientras que la tarea de los nuevos cohetes de carga estadounidenses Falcon-9 y Dragon es llevar más carga al menor coste posible.
Es por esto que Ionin cree que a EEUU no le será fácil pasar del cohete de carga Dragon a una versión tripulada.
"Algunos creen que este caso es comparable al de los cohetes tripulados Soyuz y los cargueros Progress. Sin embargo, en la Unión Soviética el desarrollo se llevó a cabo en otro orden: primero se creó el cohete tripulado Soyuz, legendario por su confiabilidad, y a partir de éste se desarrolló el carguero Progress. Por lo tanto, construir a base del cohete de carga Dragon una versión capaz de transportar con seguridad a su tripulación es una tarea difícil que requerirá de mucho más tiempo", indicó el experto.
Ionin señaló además que el requisito principal de los vuelos tripulados es que los procesos de emergencia se desarrollen lo más lento posible, de modo que la cápsula con los astronautas pueda separarse de forma segura. El actual Falcon-9 no puede garantizar tal proceso, ya que fue diseñado con fines distintos y en eso consiste la ventaja del Soyuz, subrayó el experto.
"El cohete ruso es muy sencillo y fiable, diseñado con vistas a ralentizar los procesos de emergencia. EEUU no tiene un cohete semejante y la adaptación de los existentes llevará mucho más tiempo de lo declarado", concluyó.
Anteriormente se informó que la NASA buscaba independizarse de los cohetes rusos Soyuz. Es por esto que la Agencia Espacial está considerando recurrir a los servicios de tres empresas aeroespaciales privadas: SpaceX de Elon Mask, fundador de PayPal y Tesla Motors, Sierra Nevada Corporation y la gigante Boeing.
Luego de ponerle término su programa de transbordadores espaciales en 2011, EEUU empezó a utilizar los cohetes rusos Soyuz para acceder a la órbita terrestre. Por cada lanzamiento EEUU pagaba 71 millones de dólares a la parte rusa.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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