Una cosecha inesperadamente alta y el embargo ruso de los suministros alimenticios provenientes de la UE obligan a los agricultores checos a destruir cientos de toneladas de frutas y verduras o dejarlos en los jardines y campos, comunicó este miércoles el periódico Lidove noviny de Praga.
La edición cita las palabras de Martin Ludvik, presidente de la asociación de productores agrícolas, entrevistado al respecto.
"La cosecha de verduras y de frutas, sobre todo de manzanas, este año es increíblemente alta, pero los agricultores de la República Checa, al igual que los de otros países de la UE, se ven obligados a abandonar una parte considerable en los campos y huertas, o dejarlos podrirse en los almacenes", destacó el especialista.
Ludvik subrayó que los mercados europeos se encuentran abarrotados de este tipo de mercancía que Rusia ha rechazado, y la búsqueda de nuevos mercados en otro lugar del mundo ocupa bastante tiempo.
El jefe de la asociación checa informó que los subsidios que hace poco la UE destino a los productores agrícolas se agotaron inmediatamente. Según Lidove noviny, en muchos países europeos se efectúan actos de protesta de la población que está en contra de semejante política.
En particular en la cercana Austria después que los periodistas reportaron la destrucción de una enorme cosecha de col muchos ciudadanos decidieron renunciar al consumo de alimentos de esa marca. Los habitantes hubieran preferido ver esa col en los almacenes a un precio más bajo.
Rusia embargó por un año las importaciones agrícolas de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega, en respuesta a las sanciones que estos países le impusieron a raíz de la crisis en Ucrania.
Las restricciones abarcan ante todo la carne de res, porcina y de aves de corral, frutas, hortalizas y lácteos.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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