Local de ocio nocturno en Magaluf
Hay un vídeo que corre de móvil en móvil en las islas Baleares. Se trata de una grabación realizada en un bar-discoteca de la populosa zona turística de Magaluf, en la isla de Mallorca, en el que se puede ver a una chica realizando 23 felaciones en poco más de 2 minutos y 30 segundos. Todo un récord. La que consiga sumar el máximo número en el mínimo tiempo, se le premia con barra libre en el local durante todas sus vacaciones.
Esta práctica es lo último entre los turistas británicos que abarrotan esta zona de ocio del municipio de Calvià y que ya se ha bautizado en las redes sociales como el mamading.
De momento, hay dos locales de Magaluf que se han sumado a este polémico concurso en el que, inicialmente, todos los participantes son mayores de edad, ya que la entrada a menores está prohibida. Sin embargo, el éxito del mamading está superando todas las expectativas y se está extendiendo a otros locales.
Estas fiestas sexuales son habituales en las zonas frecuentadas por británicos y alemanes, donde las grandes dosis de alcohol, combinadas con juegos sexuales acaban practicándose a plena luz del día. En este caso, las felaciones no tan solo se hacen a la vista de todos los clientes del bar sino que se publicitan en la calle Punta Ballena, centro neurálgico de los saraos más alocados de los extranjeros que acuden durante el verano a la isla de Mallorca.
Asociaciones vecinales aseguran que "lo que está ocurriendo en Magaluf es por ineptitud del Ayuntamiento y la policía local o porque les interesa mirar para otro lado, no sabemos por qué motivos".
Y apuntan al hecho de que gran parte de los locales de ocio estén regentados precisamente por isleños. "No tiene sentido que un lugar donde se concentran 20.000 personas no haya unos mínimos de seguridad", denuncian los portavoces vecinales que recalcan que si "en vez de morirse ocho o nueve ingleses cada verano, muriesen españoles esto no estaría pasando".
Otra práctica entre los turistas es el denominado Balconing, en donde la tradición marca que la juerga ha de acabar con salto a la piscina desde el balcón de la habitación o regresar a su aposento de balcón en balcón, en vez de ir por las escaleras, con trágicas consecuencias en muchas ocasiones.
Blogueras feministas han denunciado estas prácticas sexistas y de objetualización de la mujer. Y reprochan la impunidad con la que históricamente en discotecas españoles se realizan concursos en los que el premio consiste en una operación de pecho; en una subasta de menores, en Granada; copas gratis para las chicas que se vistiesen de colegialas en Málaga, o un polémico cartel con dos niños para anunciar ofertas de bebidas alcohólicas en un pub de Almería. Algunos de estos casos fueron denunciados a la Fiscalía de menores y al Defensor del Pueblo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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